Gobierno promete convertir a China en “potencia tecnológica”
Los gobernantes chinos han prometido hacer de su país una “potencia tecnológica” autosuficiente en momentos que las ambiciones industriales de Beijing se ven obstaculizadas por la falta de acceso a chips y otros componentes de alta tecnología impuesta por Washington.
Los líderes del Partido Comunista gobernante hicieron el anuncio el jueves tras una reunión en la que elaboraron un proyecto de plan de desarrollo de la economía dominada por el estado para los próximos cinco años.
El gobierno del presidente Xi Jinping intenta contener los daños provocados por las limitaciones impuestas por el gobierno de Donald Trump a las ventas de tecnología a China alegando problemas de seguridad y espionaje.
Estas amenazan con trastornar los planes de crear empresas chinas capaces de competir en telecom, biotecnología y otros campos, que los líderes comunistas consideran un camino a la prosperidad y la influencia global. “La ciencia y la tecnología deben ser autosuficientes como sustento estratégico del desarrollo nacional”, dijo el partido en un comunicado, en el que también prometió “acelerar la construcción de una potencia científica y tecnológica”, sin entrar en detalles.
Los planes quinquenales, que se suceden desde la década de 1950, son la base de la regulación y las iniciativas industriales en una economía en la cual el partido gobernante sigue cumpliendo un papel de conductor después de cuatro décadas de reformas de mercado. El plan completo se dará a conocer en marzo.
Posteriormente se anunciarán cambios en las regulaciones y planes para las industrias individuales. El comunicado del jueves promete fomentar el “desarrollo verde y bajo en carbón” y elevar el nivel de vida.
Reclama medidas no especificadas para fortalecer el Ejército Popular de Liberación, de 2,3 millones de efectivos, y “mejorar nuestra capacidad estratégica para defender la soberanía nacional”.
China enfrenta una “situación internacional complicada”, dice, pero no menciona la pandemia de coronavirus ni la guerra de aranceles con Washington.