La escort bielorrusa presa en Tailandia que amenaza con revelar secretos sobre las elecciones en Estados Unidos
El operativo de las fuerzas de seguridad tailandesas se produjo el pasado fin de semana en la ciudad de Pattaya, epicentro del turismo sexual en el país. Diez mujeres, casi todas de origen ruso, fueron arrestadas por estar ilegalmente en Tailandia organizando cursos de entrenamiento sexual por un valor de 600 dólares.
Las autoridades las pusieron a todas en una lista negra. Su intención es deportarlas y prohibirles el ingreso en el futuro.
El caso podría haber pasado como algo menor, pero se convirtió en un potencial escándalo geopolítico. La razón es que entre las detenidas se encuentra Anastasia Vashukevich, una escort bielorrusa conocida como Nastya Rybka, que ganó fama meses atrás por mostrarse con algunos representantes de la elite rusa.
En un video que se viralizó en las redes sociales, se la podía ver como dama de compañía del magnate Oleg Deripaska, íntimamente vinculado al Kremlin, y del viceprimer ministro, Sergei Prikhodko. Aprovechando esos contactos, la joven empezó a difundir videos en los que promete dar información sensible a cambio de su liberación.
"Soy la única testigo de las conexiones entre Rusia y las elecciones en Estados Unidos. El eslabón perdido de la larga cadena que une a Deripaska, Prikhodko, Paul Manafort (ex asesor de campaña de Donald Trump) y Trump", dijo Vashukevich en un video que difundió el martes en su cuenta de Instagram.
"A cambio de ayuda por parte de los servicios de inteligencia estadounidenses, y de que garanticen mi seguridad, estoy preparada para proveer la información necesaria a Estados Unidos, a Europa o a cualquier país que pueda comprar mi salida de la cárcel en Tailandia", agregó.
La escort fue luego más allá, y afirmó que todo era parte de una trama de persecución política de la que ella y sus compañeras estaban siendo víctimas. "¡Por favor Estados Unidos, sálvanos de Rusia! (…) ¡Todos estos casos son represión política!", afirmó.
Las imágenes fueron tomadas en uno de los traslados de una cárcel a otra. Luego compartió fotos en las que se la puede ver dentro de una celda, tirada en el piso.