Actor dominicano feliz por estreno en Cuba de su ópera prima
Con 74 años, tras esperar 60 por un papel cinematográfico y nada menos que protagónico, "la vida comienza" hoy para el actor dominicano Freddy Ginebra, ovacionado en Cuba tras el estreno de Mañana no te olvides (2017).
"Me siento muy feliz, contentísimo, el estreno de esta película en Cuba me provoca una gran emoción, estar en La Habana la película en la que me inicio como actor es una gran vivencia, ahora ya soy colega de 'Pichi' (Jorge Perugorría) y Laura de la Uz, lo cual me hace muy feliz", declaró a Prensa Latina en tono de broma en el cine Infanta el gestor cultural, periodista y escritor, tras provocar una ovación desde la piel y el alma de un anciano diagnosticado con Alzheimer.
La cinta cuenta la historia de Jan, adolescente con Síndrome de Down, y su abuelo Roberto, veterano en la antesala del desquicio, quienes comienzan a tener una relación especial a partir del fallecimiento y la soledad en su casa del adulto mayor.
'Transmitir humanismo es la intención de la película, el resultado obtenido me hace muy feliz, y la ovación del público cubano hace que me sienta emocionado y optimista para los nuevos filmes que se avecinan', confesó esta personalidad de la cultura en República Dominicana.
Nacido el 17 de febrero de 1944 en Santo Domingo, Freddy Danilo Ginebra irrumpió en el mundo del espectáculo a los 19 años cuando produjo en 1964 el programa de televisión Cita con la Juventud.
Su vocación artística lo impulsó a fundar en 1974 en Santo Domingo el centro cultural Casa de Teatro, del cual es director desde entonces. Su local acogió a relevantes figuras de la música latinoamericana como Silvio Rodríguez, Mercedes Sosa, Noel Nicola, Sonia Silvestre, Víctor Víctor y la española Ana Belén.
Ginebra contó a Prensa Latina, en medio de las interrupciones provocadas por quienes se disputaban darle la mano o felicitarlo por su actuación, que un día mientras caminaba por un centro comercial, el director de cine José Enrique Pintor lo detuvo y le dijo que había escrito el guión de una película, y que solo se filmaría si él aceptaba ser el actor principal.
'Yo le dije que me lo enviara, y cuando leí el guión respondí que yo no podría hacer ese papel de anciano decrépito -explicó el artista-, sin embargo, también me siento como un niño que constantemente se reta para vivir y celebrar la vida, y cuando él me dijo que si yo no actuaba no se filmaba, accedí'.
Según Ginebra, lo más lindo de esta 'aventura' fue su encuentro con los niños especiales aquejados con el síndrome de Down Guillermo Finke (Jan-Romeo) y Amelia Brea (Julieta), lo cual califica de 'regalo del cielo'.
'Yo no sabía la riqueza que había en cada uno de ellos, son como ángeles, y tuve la oportunidad de convivir con uno de ellos, quien es mi nieto en la película, de hecho, él me dice abuelo y nuestra relación sigue intensa', asegura el hombre que soñó 60 años con hacer cine.
Tras esa experiencia, Ginebra se pregunta cada día cómo vivió tan de espaldas a este mundo, según confiesa.
El artista expresó satisfacción porque esa relación de amor, 'tan fuerte', se ve en la película, y agradeció a la embajada de República Dominicana que seleccionara ese filme para conmemorar en Cuba el aniversario 174 de la independencia de su tierra natal.