El riesgo de consumir bebidas energizantes
La tendencia actual de consumir bebidas energizantes está creciendo cada vez más, sobre todo en la población joven y hasta en los adultos menores. Es la respuesta a una campaña publicitaria muy bien pensada y ejecutada.
Estas bebidas no son alcohólicas ni refrescantes, son estimulantes y los dueños las promueven para la fatiga, el cansancio y prometen al cliente evitar o reducir el agotamiento, como si el ser humano fuera una máquina y que no puede cansarse. Si usted se fatiga por un esfuerzo mayor que la capacidad de su organismo lo correcto es que descanse y no siga forzando porque puede estallar su resistencia y tener un desenlace fatal como ha sucedido en muchos individuos que consumen de manera rutinaria estos productos.
Los tomadores de estas bebidas tienen la sensación de que aumentan su fortaleza al ingerirlas, pero cuando dejan de consumirlas se sienten más cansados que antes de empezar a usarlas.
Algunas de las sustancias que contienen estas bebidas fueron utilizadas en tiempos de guerra para aumentar la resistencia de los soldados y lograr un mayor rendimiento en su desempeño. Se ha reportado en los que consumen estos producto casos de dolor de cabeza, enfermedades del hígado y tumores cerebrales. Dichos efectos se atribuyeron a la presencia de glucuronolactona en la bebida. Numerosas personas han sufrido de hipertensión arterial e infarto agudo al miocardio después de haber consumido estos componentes.
También contienen taurina, un precursor de la bilis, que no es un aminoácido, es un derivado del aminoácido cisteína. Debe su nombre a que fue aislado de la bilis del toro y como en latín a este animal se le denomina taurus, se le puso taurina a esta sustancia. Debido a la presencia de la taurina estas bebidas pueden producir elevación de los niveles de ácido úrico en la sangre de los consumidores. Gracias a este componente se produce un sinergismo que aumenta el rendimiento de la actividad de la cafeína en estos productos tan populares, lo que los hace más peligrosos.
Numerosas marcas de bebidas energizantes han agregado a su fórmula extracto de guaraná, obtenido de las semillas del arbusto Paullinia cupana, que contiene 4 veces más cafeína que el café, además de teofilina y teobromina. Todas sustancias que aumentan la frecuencia cardíaca, incrementando el riesgo de producir problemas cardiacos y desencadenar accidentes cerebrovascular o derrames cerebrales como dice la gente.
Una lata contiene unos 35 gramos de azúcar, lo que supera en 10 gramos a la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 25 g al día -que es igual a 100 kilocalorías- para reducir los riesgos de sufrir diabetes, cáncer, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, grasa en el hígado, además de la disfunción en el endotelio y daños a la mitocondria, la estructura que produce la energía en la célula.
También contienen vitaminas como la C y del Complejo B, algo innecesario para un producto de esta naturaleza porque estos micronutrientes, igual que los minerales que le ponen, no aportan calorías, por tanto no dan energía y no evitan el cansancio.