Los Dodgers padecen de una "Kershawdependencia" aguda
Un día después de disfrutar el efecto de paz y tranquilidad que produce tener en el montículo al mejor lanzador del béisbol, los Dodgers de Los Angeles enfrentan la incertidumbre de lo inesperado, algo que podría ser rutinario en los primeros meses de la nueva temporada de Grandes Ligas.
El lunes, Kershaw (3 premios Cy Young y efectividad de 2.42 en más de 1,600 innings en su carrera) lanzó siete ceros en el triunfo de Los Angeles 15-0 sobre los Padres de San Diego, la mayor diferencia en una blanqueada de día inaugural en la historia de las ligas mayores. El maravilloso zurdo mejoró su foja de jornadas inaugurales a 4-0, en seis aperturas, para facilitar la celebración de su primer tiunfo al manager debutante Dave Roberts.
Sin embargo, el virus de "Kershawdependencia" que ya sufren los Dodgers desde hace algunos años podría alcanzar la categoría de enfermedad mortal en la primera porción del calendario del 2016, salvo un inesperado gran desempeño de los otros abridores que acompañarán a Kershaw por el momento.