Una explosión solar en forma de la Torre Eiffel, cortesía de la NASA
Una llamarada mucho más grande que el diámetro de la Tierra se torció y giró alrededor de la estrella, mientras desprendía partículas durante dos días, del lunes al miércoles pasado, antes de deshacerse, informó la NASA en su página web este viernes.
Otros destellos más pequeños y partículas se pudieron observar bailando arriba de la superficie solar.
La acción fue observada con una luz ultravioleta extrema.
Según la NASA, las llamaradas solares son explosiones enormes en el sol, y ocurren cuando los campos magnéticos solares se enredan. Esta energía enredada en los campos magnéticos se liberan cuando estallan.
La radiación dañina de una llamarada no puede atravesar la atmósfera de la Tierra ni afectar físicamente a los humanos, sin embargo, cuando es lo suficientemente intensa, puede modificar la atmósfera en la superficie donde viajan las señales de comunicación y los GPS.