¿Cuánto cuesta tener un bebé?
Tener un hijo no es cosa de niños, mucho menos en el aspecto financiero.
Si usted es como la mayoría de los adultos jóvenes, tener hijos es una de las decisiones que le cambiarán la vida como ninguna otra. Alegría, estrés, emoción, cansancio, cientos de libros acerca de cómo no equivocarse y miles de dólares para preparar a su pequeñito: su plato sí que está lleno ahora. Veamos algunas consideraciones para asegurarse de estar preparado, al menos en términos de dinero.
En primer lugar, ¿tiene $250,000? Según CNN Money, el promedio de parejas con ingresos medios gasta, como mínimo, $241,080 para criar a un niño nacido en 2012. Y esto es por hijo. Si usted aspira a tener una familia grande, enfrentará costos de más de siete dígitos solo para asegurarse de que sus hijos estén bien en 20 años.
Desde luego, esta cifra sideral no lo afecta de golpe, y estoy segura de que muchos estadounidenses crían a sus hijos con menos. Lo que sí pone de manifiesto es la necesidad de realizar algún tipo de planificación seria y organizarse incluso mientras empapela el cuarto del bebé. En síntesis: repase ese presupuesto.
Ahorros. Genere ahorros para emergencias que le permitan cubrir entre tres y seis meses de gastos básicos. Mejor pecar de precavido si después de la llegada del bebé su hogar pasa a percibir un solo ingreso. Recuerde que este dinero tendrá que ser accesible; no lo coloque en el mercado bursátil ni lo inmovilice en otro tipo de inversión.
Nuevos gastos. Tenga en cuenta gastos nuevos o más elevados, como pañales, toallitas, leche maternizada y alimento para bebés. Asígneles un valor a estos artículos y verifique si necesita ajustar otras áreas de su presupuesto para contrarrestar esos gastos.
Transporte. ¿En qué condiciones se encuentra su automóvil actual? ¿Su vehículo posee un espacio seguro y adecuado para colocar un asiento de niños? ¿Necesitará destinar dinero para adquirir un segundo vehículo o reemplazar el actual? Arme un plan para lograr esta meta.
Costos de atención médica. Lea siempre la letra chica de su póliza de seguro sobre la cobertura durante el embarazo, y tenga en cuenta que sus primas y copagos podrían incrementarse después de la llegada del bebé. Consulte con el departamento de recursos humanos de su empleador sobre planes para gastos de salud con ventajas fiscales.
Además, por lo general, usted tiene un plazo de hasta 30 días después del nacimiento para agregar a su bebé al seguro. No deje pasar esta oportunidad.
Cuidado infantil. Según la Oficina de Censos de EEUU, los costos del cuidado infantil se han disparado en las últimas décadas. Analice los costos ya sea de cuidado infantil grupal, individual o de contratar a una niñera. ¿Usted o su cónyuge están pensando en dejar de trabajar y quedarse en casa? Calcule cómo será su nueva situación financiera cuando dejen de percibir uno de los ingresos.
Universidad. ¿Tiene pensado ayudar a sus hijos a que realicen estudios superiores? En vista de los costos siempre crecientes de estos estudios, considere comenzar a ahorrar lo antes posible. Pero su jubilación está primero: sus hijos podrán pedir un préstamo y obtener becas de estudio. En cambio, nadie le prestará dinero para su jubilación.
Hace poco les pedí también a unos padres novatos que me acercaran algunos consejos. Las respuestas iban desde comprar toallitas en Costco y pañales en Target, hasta automatizar los ahorros e invertir antes de que el bebé altere el plan de actividades del hogar.
Otros consejos para ahorrar dinero:
Formar una red junto a otros padres y familias para intercambiar ropa y artículos tales como corralitos y columpios.
Armar un presupuesto para el vino.
Nunca ir al almacén sin una lista de las compras.
No comprar todos los artículos costosos antes de la llegada del bebé; pídale prestado el cochecito a un amigo para probarlo.
No ser fiel a las marcas caras.
Pensar en cuando uno ya no esté junto a la familia y los hijos es sin duda desagradable. La planificación sucesoria, no obstante, no tiene que ver con usted sino con cómo proteger a sus seres queridos.
Testamentos. Si tiene un testamento, revíselo; de lo contrario, redacte uno. El testamento no solo asegura que sus activos se distribuirán de acuerdo con sus deseos, sino que le permite nombrar a un albacea para que se encargue de los asuntos vinculados a su patrimonio y designar a un tutor para sus hijos.
Tutoría legal. ¿Con qué personas sus hijos se sienten más a gusto y quiénes pueden controlar de la manera más responsable y eficaz la herencia hasta que sus hijos adquieran la mayoría de edad? Tenga en cuenta los valores, las creencias y la contención emocional general que el tutor que elija puede brindar y analice su decisión con las personas a quienes haya elegido. Necesita designar a un tutor contingente para el caso de que el principal no esté dispuesto o en condiciones de actuar como tal.
Fideicomisos. Un fideicomiso contiene instrucciones sobre cómo usted desea que se utilicen los fondos que deja a sus hijos. También puede nombrar a un fiduciario (principal y contingente) para que administre los fondos.
El tipo correcto de seguro reviste igual importancia que un plan de gastos y sucesorio. Evalúe su cobertura actual de vida, salud y discapacidad.
El seguro de vida ayuda a su familia en el caso de que usted o su cónyuge fallezca de manera prematura, restituyendo cualquier lucro cesante. Las pólizas a plazo, que fijan una duración de la cobertura, suelen ser la clase de seguro de vida más asequible.
Asegúrese de considerar factores tales como sus ingresos actuales y deudas pendientes, ahorros y activos, e incluso el papel que usted desempeña en su hogar en cuanto al orden del jardín y la limpieza de la casa (su familia paga por estos servicios si algo le ocurre).
Si usted es como la mayoría de las personas, aunque su capacidad para percibir un ingreso sea uno de sus mejores activos financieros, usted tiende a pasar por alto el seguro por discapacidad. Este tipo de póliza le paga un porcentaje de su ingreso actual, de manera permanente, en el caso de que sufra alguna discapacidad y ya no pueda trabajar.