El cuidado de los ojos en primavera y verano
La brisa cálida de la temporada primavera-verano invita a disfrutar del sol y del mar. Pero no siempre tomamos en cuenta que las altas temperaturas, la sal, el cloro de la piscina, y largas horas de exposición solar pueden tener efectos nocivos sobre nuestra salud visual.
Es importante destacar que los párpados son pliegues de piel y mucosa que protegen el globo ocular, y que constituyen uno de los tejidos más finos de todo el cuerpo humano. Por su localización, son sensibles a afecciones de la piel. El carcinoma basocelular, el carcinoma escamoso y en el peor de los casos el melanoma son los más frecuentes. Estas tres afecciones representan entre el 5% y 10% de todos los cánceres de la piel. Son más frecuentes en el párpado inferior, ya que este recibe la mayor cantidad de rayos UV.
La córnea es el lente transparente, delgado y fuerte situado en la parte anterior del ojo, delante del iris y el cristalino. Es importante saber que la excesiva exposición a luz UV-B y UV-C puede producir resequedad ocular, incluso quemaduras, así cambios de temperatura de frío a calor y viceversa. Además, producen malestar que muchas veces puede confundirse con alergias.
En la delgada capa que cubre el globo, llamada conjuntiva, podemos encontrar degeneraciones. La pingüécula es un crecimiento anormal de la conjuntiva que puede ser nasal o temporal, pero que no invade la córnea. El terigión, comúnmente llamado “uña” ocurre cuando esta proliferación invade la superficie corneal. Ambas son más frecuentes en climas tropicales asociados a luz UV como principal factor, además de microtrauma con polvo, humo y partículas en el aire.
La catarata es la opacificación del cristalino, el cual es el lente natural del ojo, y responsable de enfocar los objetos. El factor principal asociado es la edad, pero también enfermedades sistémicas como la diabetes. Estudios epidemiológicos han demostrado que la exposición solar es responsable de al menos el 10% de todas las cataratas y estas son de inicio más temprano en regiones cálidas y cercanas al ecuador.
A pesar que el cristalino filtra la mayoría de las radiaciones debajo de los 370 nm, la retina, órgano sensorial, es particularmente sensible a la luz UV, y sirve como estimulación directa de esta. En menor grado, pero que pudiera producir daños severos a nivel retiniano, encontramos la maculopatía por exposición solar. Esta, aunque no es frecuente, se produce generalmente por dirigir la mirada directa a los rayos del sol, aunque no exclusivamente. A raíz de la temperatura que pudiera generarse en los tejidos retinianos, esta exposición pudiera dejar una cicatriz permanente disminuyendo así la visión de manera irreversible. Evite automedicarse, el uso indiscriminado de medicamentos pueden tener un efecto muy perjudicial. Medidas sencillas pueden ser de gran impacto para proteger los ojos, que por mucho, es el órgano más afectado a la exposición solar.
Dra. Angie De La Mota Especialista en córnea Plaza de la Salud ((Medidas Precaución para los ojos
- Aplicar filtros y bloqueadores solares con una frecuencia de al menos cada cuatro horas.
- Usar lentes de protección solar homologadas que bloqueen el 100% de los rayos UV. Las gafas oscuras sin filtro o que presenten un filtro de mala calidad pueden ser incluso contraproducentes, ya que pueden hacer que el ojo sea más sensible a la radiación por una mayor entrada de rayos UV.
- Larga exposición al sol incrementa el riesgo de sequedad e irritabilidad, si nota sequedad en los ojos póngase lágrima artificial.
- Evite los lentes de contacto sobre todo para nadar, si lo hace, utilizar gafas protectoras, porque el cloro y el agua de las piscinas pueden irritar, pero también pueden ser cuna de infecciones como virus, bacterias, incluso protozoarios de difícil erradicación.
- Nunca mirar directamente al sol (ni siquiera con gafas de sol ni en días nublados).
- Ante alguna alteración, irritación y malestar ocular, acuda al oftalmólogo.