Cómo la tecnología está cambiando los funerales

La muerte es un gran negocio.

Sólo en Reino Unido muere medio millón de personas cada año y la industria en torno a los funerales obtiene ganancias de cerca de US$3.000 millones, según la compañía de análisis de tendencias de mercado Ibis World.

Cerca de 1.500 empresas emplean más de 20.000 personas en el sector en suelo británico y se espera que los beneficios aumenten un 4,7% para fines de 2014. La competencia por espacio en los cementerios ha llevado a un aumento en los precios de las cremaciones.

Con un mercado tan lucrativo no debe sorprender que las empresas de tecnología miren con creciente interés el sector de las funerarias.

Testamentos en video

"Tu última voluntad" o Your Last Will, por ejemplo, es una aplicación que permite al usuario grabar en video un testamento o mensaje que sólo será visto por sus seres queridos después de su muerte.

Basta grabar y subir el video para recibir una clave única que funciona como un código de barras para teléfonos inteligentes. El usuario debe dar la clave a una persona de confianza que espera le sobreviva.

Tras el fallecimiento, esa persona debe ingresar a la aplicación y usar la clave, tras lo cual recibirá un correo electrónico con un vínculo al mensaje de video. El vínculo será enviado además automáticamente a todas las personas que el usuario haya incluido en su lista.

"Especie multiplanetaria"

Otras empresas han apostado a la tecnología espacial.

Celestis, una compañía basada en Estados Unidos, utiliza cohetes para enviar restos humanos al espacio.

El primer viaje espacial conmemorativo transportó los restos del creador de Star Trek, Gene Roddenberry y el impulsor de las drogas psicodélicas, Timothy Learyt en 1997.

Desde entonces, la compañía ha agregado nuevas ofertas. Colocar las cenizas de alguien en la órbita terrestre cuesta cerca de US$5.000, mientras que hacerlo en la órbita lunar implica un desembolso de US$12.500.

Y en 2016, la empresa planea iniciar su "servicio Voyager", que ofrecerá una opción sin precedentes.