"Una Bala en la Cabeza": The Walter Hill Experience.

Si tienes la edad suficiente como para saber quién es Walter Hill de primera mano sin tener que buscar su nombre en Google, y además tienes el acertado buen gusto como para apreciar alguna de sus películas las cuales, por supuesto, tampoco necesitas de una chuleta o un apuntador que te las recuerde, posiblemente 'Una bala en la cabeza' es una película que deberías de ver ya fuera antes o después. No lo lamentarás, porque esta película viene a ser más o menos lo que cabe esperar de una película dirigida por Walter Hill y protagonizada por Sylvester Stallone, ya fuera concebida en los tiempos de la década prodigiosa o en la actualidad. Porque los viejos rockeros nunca mueren, y para el caso como si hubiera viajado en el tiempo desde aquel momento en el que ni había que pedir perdón por existir ni preocuparse por ser políticamente correcto.

 

Más claro agua, como si de una sesión del Phenomena Experience fuera. 'Una bala en la cabeza' es una reminiscencia del cine de acción de los 80, ese tipo de cine que encumbró a entre otros al propio Stallone y que tanto se le echa de menos en ocasiones ahora que parece demostrado que los niñatos metrosexuales del Hollywood del siglo XXI no tienen lo que hay que tener para agarrar al malo por el cuello e inflarle a ostias como cabe exigir a todo héroe de acción, no al menos sin buscar un buen motivo que le redima ante Dios y la ayuda de un ordenador que les permita salvaguardar la integridad de su peinado, tal vez el motivo por el cual Vin Diesel o Dwayne Johnson se peinan con la raya a lo Bruce Willis. Un tipo de cine violento y amoral, un tipo de cine por y para machos; algo así como un western moderno, de apariencia sucia y mentalidad tradicional, y sobre todo varonil, muy varonil, donde las mujeres sólo están para mover el pandero entre cadáver y cadáver.

 

Primero se dispara y luego se suelta el chiste, como si la vida de una persona no valiera más que, precisamente, la bala que va camino de su cabeza a buen seguro rellena de sangre presta a estallar a borbotones, sin reparos ni miramientos. Simple, sencilla y plagada de lugares y situaciones comunes, el regreso a la dirección de Walter Hill diez años después no es un intento por adaptarse a los nuevos tiempos como por ejemplo lo fue ese desastre llamado 'Supernova', ni nada por el estilo. 'Una bala en la cabeza' es una película de Walter Hill, y a mucha honra, y además una película de Walter Hill con Sylvester Stallone de protagonista, por si había alguna duda. Y quien sabe lo que esto significa disfrutará de esta producción de acción sin aditivos ni conservantes, que ni se complica la vida ni pretende inventar la rueda ni apabullar con enrevesadas secuencias de acción plagadas de efectos digitales y diseñadas de cara a poder jugar con ellas en la Play Station.

 

¿Para qué recurrir a los efectos digitales... si ya están ahí los músculos y el (buen) humor de Stallone para dar la cara? ¿Acaso no cabe aplaudir cuando un filme ofrece aquello que promete? Tan previsible como eficaz, 'Una bala en la cabeza' sin ser nada del otro mundo cumple de sobra de cara a quien va dirigida, quien posiblemente -me incluyo- disfrutará de cada ostia que se dan, y sonreirá con cada chascarrillo que suelta Stallone, dueño y señor de una ficción donde sólo el cuerpo de Sarah Shahi, el morbo de comprobar que Christian Slater sigue vivo o la presencia de Jason Momoa le hacen algo de sombra. Honesta, clara y directa, la cinta define lo que vendría a ser el modelo ideal de película "para ver en el trabajo", una producción de 85 minutos de duración "para pasar el rato" que es sencillamente perfecta en su relación entre ambiciones, expectativas y resultados. A partir de ahí que cada cual haga sus cuentas, y se piense si ha sido o no invitado a la fiesta.

Sección: Cine'
Publicada: March 23, 2013
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