10 aspectos de tu vida que cambian al llegar un bebé

Llega el día del parto y ese momento esperado por nueve meses, o por años, pronto será una realidad. Quedan minutos para ver a ese ser que, aunque desconocido, se ama profundamente.
Ese día la vida se transforma. Conoce cuáles son algunos de los aspectos de tu vida que desde ese inolvidable día cambiarán con la llegada de un bebé.
1. El tiempo
- Hay que planificar más. Consentir a la pareja, sin olvidar que la economía de la casa sigue: mercado, facturas, oficio y trabajo en las mismas 24 horas, además del cuidado permanente a ese hijo que necesita de toda la protección y el amor. Por eso, se debe planificar cada día, pensando en que la prioridad es el bebé. Así que escribe en una libreta siete actividades para realizar durante el día. Si no alcanzas a cumplirlas, prográmalas para el día siguiente. No acumules la agenda y permítete también un buen respiro, para que no se desgaste.
2. Un nuevo amor
- Muchos padres, en especial las madres, afirman sentir un inmenso amor en el primer momento de ver al bebé. Para otros, es un proceso que cada día aumenta. Pero en realidad, todos aseguran sentir que el amor por un hijo es incomparable y creen que es el verdadero amor. La llegada de un hijo es nunca más volverse a sentir solos. Es sentir que la vida está llena. Que si el corazón aumentara de tamaño, este estaría al borde de explotar. Es un amor imparable que amerita cuidado y que no debe confundirse con la generosidad material. No decir que, porque lo ama, le da todo lo que pida. Ese no es el verdadero amor.
3. Vida social
- Los encuentros nocturnos con los amigos salen de la lista por un buen tiempo. Es importante que, sin afectar la estabilidad del bebé, saques tiempo para compartir a solas con su pareja o divertirte con tus amigas. Eso te ayudará a cambiar de ambiente, a oxigenarte y a llegar a casa cargada de amor por ese ser que extrañas. También puedes llevar contigo a tu bebé y hacer de esas tardes amistosas un momento más para que tu hijo comience a socializar. No te encierres. También puedes compartir con amigos que ya tienen hijos; tus planes serán más familiares.
4. Admiración por los padres
- Los dolores, las trasnochadas y los sacrificios de los nuevos padres, además de las vivencias que día a día tienen con sus hijos, hacen que se comprenda y valore más la educación, el tiempo y el amor que sus padres le brindaron a ellos. Se les respeta y agradece más.
5. Prioridades
- Un bebé le enseña y le exige a los padres que hay unas cosas que tienen más importancia que otras. Ahora será fundamental el cuidado del bebé, quedarse en casa descansando, consintiendo a la pareja. Visitar a un amigo, saludar al vecino y hasta salir al centro comercial resultarán planes de segundo plano. Tu prioridad, definitivamente, es tu familia. Además, le sacarás más provecho al silencio, a los pequeños espacios con tu pareja, a la lectura y hasta a tomarte tranquilamente una ducha mientras tu bebé duerme plácidamente.
6. Las finanzas
- El presupuesto económico de la familia quizás siga siendo el mismo, pero ahora con un ingrediente más. Siempre ten listo el dinero para lo principal del bebé. Esos gastos que te dabas de más quizás ya no puedas hacerlos por un tiempo, ya que los dos primeros años de un bebé son más demandantes que el resto. Calcula los ingresos e invierte de forma adecuada. No te dejes afectar emocionalmente por ello. No entres en discusiones con su pareja.
7. La relación de pareja
- Aunque el bebé sigue siendo lo más importante al nacer, porque necesita de un permanente cuidado, la pareja no debe dejarse a un lado. Los padres son la base de la relación y no se debe permitir que esta se destruya, porque de lo contrario se acaban también sus frutos. Es necesario que la pareja asuma roles.
8. La compasión por otros niños
- Para muchos adultos, cualquier pequeño maltratado o quizás abandonado nunca habría llegado tanto a sus corazones como llegó su hijo al nacer. Pensar que tus hijos podrían pasar por esas situaciones pone a recapacitar a los nuevos padres en las injusticias. Se sienten impotentes, aumenta su sensibilidad y se hacen padres de corazón de cientos de niños en dificultades.
9. El sentido de la vida
- Ya no es tiempo para decir no puedo, no quiero. Desde que nace un hijo el futuro se expande y se quiere uno mejor para él. Se sueña con un mundo más feliz, y se actúa para crearles uno más saludable, se ahorra pensando en su educación. Se cambia para ser una buena guía. Se trabaja más fuerte, y se quiere ser inmortal para estar a su lado, protegiéndolo siempre.
10. El cuerpo
- En muchas mujeres quedan las marcas de un hijo. El aumento de peso, la flacidez, las estrías, la celulitis y más variaciones a cambio de la sonrisa del bebé. Sacrificar ser madre por temer a esto no es la recomendación que dan los expertos ni los mismos seguidores. Quizás, para los hombres, sea difícil ver los cambios físicos de su esposa, pero la estética es un aliado para sentirse mejor. Con los cambios del cuerpo se aprende a vivir. Con un hijo se es feliz.
