Tradiciones de EE.UU. que se han colado a RD

En la actualidad, existen pocas barreras culturales, pues las tecnologías y sus ramificaciones, como las redes sociales y los portales Web han hecho que la mayoría de las personas estén informadas y conscientes de lo que está pasando en el mundo.
Debido a esto, la gente también tiene la oportunidad de “nutrirse” de costumbres foráneas que se afianzan por otros factores, como la migración.
A esta “tendencia” social se le conoce como transculturación, que, según la Real Academia de la Lengua Española, es la recepción por un pueblo o grupo social de formas de cultura procedentes de otro, que sustituyen de un modo más o menos completo a las propias. Para el sociólogo Carlos Andújar, el hecho cultural posee también la condición de la circularidad, el préstamo y la asimilación.
“Producto de una gran inmigración a los Estados Unidos, muchas costumbres de ellos son asumidas por nuestros conciudadanos, como préstamo o hábito por residencia.
Como este flujo de la diáspora es intenso con el país se producen préstamos y una circularidad cultural de formas y tradiciones que, una vez llegada, se quedan”, comenta Andújar, quien resalta que la cultura tiene un sentido diacrónico, es decir cambiante.
“Que un hecho cultural cambien otro no debe ser satanizado porque es parte de su propia naturaleza. Al mismo tiempo que la cultura es cambiante o diacrónica, lo es también sincrónica, o sea es constante.
Por esa razón hay hechos culturales que aun cambiando, perviven, como por ejemplo la Navidad, nunca se celebra exactamente igual, pero se sigue celebrando, lo que se conoce como una tradición”, agrega.
Es parte de la globalización Esto está ocurriendo en todos lados, en especial en aquellos países en proceso de desarrollo, como la República Dominicana, donde en los últimos años se ha sentido un marcado crecimiento de marcas extranjeras, que no sólo comercializan sus productos en el país, también han servido como “canal” para la implantación de sus costumbres.
Para lograr con éxito el “crossover” (el “aplatamiento”, en la jerga local), quienes mercadean esto, tratan de “convertir” lo de “allá” como si fuese de aquí.
Pero que no lo es. Al final, esto se va concibiendo como algo local y que forma parte de lo “nuestro”.
“El tema de la mundialización de la cultura, la globalización y los flujos migratorios dificultan las exactitudes culturales y todo se mezcla, todo se oxigena, aunque en medio de esa despersonalización, los pueblos se aperturan y reafirman a la vez lo que muchos llaman, un diálogo entre globalización y glocalización, lo mundial y lo local”, considera.
¿Cómo qué? Hoy se celebra en los Estados Unidos el Thanksgiving (Día de Acción de Gracias, en español), y aquí también.
Pero… ¿Se sabe qué es? ¿Por qué se celebra? Es común escuchar respuestas como: “Una fiesta de los gringos donde se come pavo”.
¿Es eso suficiente para incluirlo en las tradiciones dominicanas? ¿Acaso los norteamericanos incluyen en sus celebraciones “El Día del Merengue”? Probablemente, no.
Pero para nadie es un secreto que a los dominicanos les gusta celebrar, y que no desperdicia oportunidades para reunirse a “bonchear”. Otra festividad que se ha “colado” es la de Halloween o Día de Brujas, la cual se celebra cada 31 de octubre.
En República Dominicana el evento está asociado a una oportunidad para celebrar entre tragos y música para mover el “esqueleto”, algo que muchos establecimientos comerciales aprovechan para decorar sus instalaciones con figuras aterradoras, y por supuesto, con el ícono de esta celebración que es la calabaza de color naranja.
Con relación a esto, Andújar, considera que el mote de que muchas de estas prácticas culturales son o están ligadas al comercio, no debe ser una excusa y que el hecho evidente y reciente de la introducción en el ambiente cultural dominicana de formas y celebraciones foráneas, sobre todo sajonas o norteamericanas, no debe causar tanta sorpresa en la medida que al valorarlo debemos sopesar el peso de la emigración dominicana a los Estados Unidos.
“El comercio va donde hay demanda y los pueblos se contagian de aquellas prácticas culturales que los motiva, les despierta el sentido lúdico y el ocio”, apunta el experto.
Pero la actividad más reciente es lo que llaman Black Friday o “Viernes Negro”, que se realizará mañana en los principales centros comerciales, como Sambil, Acrópolis, Ágora y Blue Mall, donde las tiendas compiten por los clientes a través de ofertas de descuentos que incluyen rebajas de entre 10% y 75% en artículos de consumo masivo.
Esta estrategia de venta también forma parte de la transculturación, pues esto se viene realizando por casi 50 años en Estados Unidos para marcar el inicio de la temporada navideña. “No debemos satanizar estas nuevas formas culturales, siempre y cuando se articulen con las nuestras.
No olvidemos que el gran desfile de carnaval, de Santo Domingo, convoca hasta un millón de personas, es decir celebramos Halloween, pero seguimos con lo nuestro”, concluye Andújar.
No debemos satanizar estas nuevas formas culturales, siempre y cuando se articulen con las nuestras ”.
