Una tienda que se transforma a lo largo del día

Estamos ante un establecimiento pequeño, 33 metros cuadrados, que se transforma a lo largo del día. Super Mari es una tienda vienesa con un amplio espectro de actividad: bar matinal, tienda de comestibles italianos o bar de copas nocturno.

Toda esta variada actividad hace que las necesidades sean distintas según el uso del local y, por lo tanto, sus funciones cambien.

¿Cómo lograrlo? La propiedad encargó al arquitecto Lukas Galehr el concepto de tienda transformable. Galehr optó por una solución tan sencilla como original: todo el contenido de la tienda se distribuye a través de una armazón de azulejos blancos, cuyos huecos pueden escamotearse o dejarse a la vista mediante unos paneles deslizantes.

De esa forma se pueden dejar abiertos los estantes con los productos a la venta en cada momento o incluso cambiar todo el contenido en muy poco tiempo.

El espacio blanco cuadriculado con rayas negras se convierte en la identidad de la tienda, hasta el punto que las bolsas de papel mantienen esa imagen.

El suelo se ha cubierto con azulejo del mismo tamaño, pero en negro, logrando un acertado contraste. Lo mejor, sin duda, es la simple y genial idea de los espacios que aparecen o desaparecen según la oferta de producto en cada momento.