Un candado al amor para que no se escape

Millones de enamorados en el mundo se acercan a las barandas de los puentes para cerrar candados con sus iniciales y tirar sus llaves al río, con la ilusión de que ese ritual los una para siempre

 

No hay ninguna ciudad en el mundo más emblemática para el amor que París. Será por ello que los primeros candados empezaron a aparecer en el Pont des Arts en 2008, pero rápidamente se extendieron a todos los puentes que atraviesan el Sena.

 

A pesar de que la baranda de protección de este puente está pintada de color verde, vista de lejos parece dorada, ya que se encuentra totalmente cubierta por estos candados que los enamorados se acercan a cerrar juntos, prometiéndose amor para toda la vida.

 

Las parejas que visitan París también dejan sus candados en el puente del Arzobispado -que une la rive gauche con la isla de la Cité justo detrás de la catedral Notre Dame – y en el Pont Neuf, el más viejo de la ciudad luz construido sólo en piedra.

 

Pero los candados no se dejan solos. Hay quienes los pintan de colores, les dibujan corazones, les ponen sus iniciales o les escriben frases de amor. Algunas novias les dejan enganchado un trozo de tul del vestido que usaron el día de su casamiento, con la esperanza de que ese candado selle su matrimonio para siempre.

 

Otros enamorados les pegan mechones de pelo de ambos integrantes de la pareja y los más románticos les entrelazan exquisitas flores.

 

Pero, ¿de dónde surgió esta moda? Para muchos, todo comenzó tras la publicación del libro Tengo ganas de ti, escrito por el autor italiano, Federico Moccia, en el que los protagonistas colocan un candado en una de las farolas de un puente y tiran la llave al río Tíber para simbolizar su amor eterno. La tendencia se intensificó tras el estreno de la película, en el año 2006.

 

A pesar de que nadie conoce con certeza cuál es el origen de esta tradición, otras ciudades del mundo también se plegaron a esta tendencia que impusieron los enamorados. Las barandas de los puentes en Moscú, Berlín, Florencia, Verona, Venecia, Shanghai, Marrakech o Praga también se fueron poblando de estos candados.

 

Roma también se sumó a esta tendencia, aunque el presidente del XX municipio del Ayuntamiento de esa ciudad, Gianni Giacomini, ordenó quitar los 'candados del amor' colocados en el puente Milvio. Para el funcionario, el problema es "la degradación del puente que crea problemas de decoro”. También se quejó de los 'graffitis' que los enamorados dejan en el mismo, aunque reconoció que la moda de los candados es una tradición consolidada “que no debe perderse".

 

La moda de los candados también generó revuelo en París, cuando en 2010 se pensó en quitarlos para preservar el patrimonio de la ciudad. Sin embargo, tiempo después los funcionarios dieron marcha atrás con esa idea. "Dejamos que el fenómeno viva, miramos el asunto con simpatía, no es un problema. A la gente le gusta, hablan de ello a su entorno, publicitan París", afirmó un representante del ayuntamiento según AFP.

 

Algunos porteños ya se sumaron a esta moda y los primeros candados ya se empiezan a ver en el Rosedal de Palermo o en el puente de la facultad de Derecho.

 

“Soñé con tener nuestra reja de la calle Agüero llena de candados personalizados con los nombres o iniciales de parejas que se aman. Quise que la puerta de nuestra oficina sea un canto al amor y la alegría“, contó la wedding planner, Bárbara Diez, quien de ese modo inauguró la puerta de la casona ubicada en Agüero 2391 (donde funciona su empresa) poniendo así su granito de arena para que Buenos Aires se sume oficialmente a esta imparable tendencia.

Sección: Noticias
Publicada: Julio 5, 2013
Fuente: www.infoabe.com
0 Comentario(s)  
Para comentar debes Registrarte ó Iniciar Sesión en caso de que ya seas Miembro.

Búsqueda Avanzada