Sacerdote pederasta recibe una sentencia de 63 años de prisión
Por primera vez en la Ciudad de México, un sacerdote de la Iglesia católica es sentenciado con pena carcelaria por pederastia, con lo que “se rompe la burbuja” de protección contra la cúpula eclesiástica, afirmó David Peña Rodríguez, Coordinador Jurídico del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, AC.
Durante más de una década, Jesús Romero Colín fue abusado sexualmente por el sacerdote Carlos López Valdez. En 2013, la víctima de entonces 31 años, envió una carta al Papa Francisco en la que le expuso los abusos que vivió en su infancia, además de la indiferencia de la Iglesia católica al respecto.
Un mes después, en respuesta, Jorge Mario Bergoglio le pidió “perdón en nombre de la Iglesia”, a través de una misiva.
“Esta es la primera sentencia condenatoria contra un cura católico pederasta en la Ciudad de México, no hay antecedente alguno y por ello representa un parteaguas en la procuración e impartición de justicia en nuestra ciudad”, indicó el defensor de derechos humanos.
Sin embargo, acusó la víctima, a lo largo de una década de lucha en la búsqueda de la justicia no hubo apoyo por parte de la Iglesia y -con el apoyo de autoridades mexicanas- fue incluso obstaculizada.
“La Iglesia no solo no quería cooperar, también quería desestimar mi denuncia”, recriminó.
En conferencia de prensa desde el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), la organización informó que el Juzgado 55 de lo penal de la capital mexicana notificó la emisión de la sentencia condenatoria en contra del sacerdote Carlos López Valdés.
El religioso fue condenado 63 años de cárcel que se reduce a 40 años, al ser la pena máxima prevista en la Ciudad de México. “El sacerdote de 72 años va a morir en la cárcel”, dijo Peña Rodríguez.
La víctima y denunciante, reconoció que al recibir la noticia sobre la sentencia, “no podía creerlo”, aunque deseaba que ocurriera, prefería “no hacerse ilusiones”.
Ante el panorama expuesto, Jesús invitó a las víctimas de abusos por parte de sacerdotes a denunciar y a buscar justicia.
“Afortunadamente ya se otorgó esta sentencia de 63 años que es una pena bastante grave. Eso habla del delito que este sacerdote cometió […] Para que las víctimas vean que hay esperanza, si te aferras a la verdad, si vas por la verdad por delante, se puede llegar a la justicia. Los invito a que denuncien para que estos delitos no queden en la impunidad”, pidió.
Luis Ángel Salas, abogado del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, AC, informó que en agosto de 2007 se presentó una denuncia penal ante la Fiscalía de Delitos Sexuales por el delito de violación equiparada y corrupción de menores, sin embargo este último prescribió.
“Encontramos muchísima resistencia por parte de la autoridad civil para poderle brindar [a Jesús] el acceso a la justicia”, comentó.
La Procuraduría capitalina, mencionó, quiso prescribir los delitos, después quiso archivar la averiguación previa, dijo que no existían elementos suficientes para ejercer acción penal.