RD y sus fracasos en tener aerolínea Bandera Nacional
Más de 20 líneas nacionales se han fundado, desde Dominicana de Aviación hasta Pawa Dominicana.
Desde hace más de setenta años la República Dominicana ha buscado consolidar una aerolínea Bandera Nacional, ya sea de capital público o privado, y hasta el momento ha perecido en el intento.
Desde la otrora exitosa estatal Compañía Dominicana de Aviación con sus imponentes líneas azules y rojas, que evocaban la bandera nacional, hasta Aerovias Quisqueyana, Alas Caribe, Aeromar, Aerotours Dominicana, Queen Air Dominicana, Caribair, Air Santo Domingo, Air Atlantic, Hispaniola Airways, Apa Internacional, y el último ensayo con Pawa Dominicana, el país carece de una línea aérea exitosa insignia. El cierre de todas estas compañías obedeció a problemas económicos.
Dominicana de Aviación, que ha sido la única línea aérea dominicana estatal, fue fundada en 1944 mediante el decreto 1923 con vuelos domésticos.
Inició ruta internacional en 1951 con tres aviones Ford, hacia Curazao, Caracas y Puerto Rico; posteriormente, hacia New York y Europa. Durante sus 51 años de operaciones voló, además, a Haití, Aruba, Venezuela, Miami, Boston, Orlando, Madrid, Canadá, Alemania, Inglaterra, Panamá, Ecuador, Francia e Italia.
Algunas de las rutas no fueron constantes durante la existencia de la aerolínea. Algunas duraron pocos años y otras se mantuvieron desde el inicio de las operaciones internacionales hasta el cese de la compañía, que al momento de su clausura volaba desde el Aeropuerto Internacional Las Américas y el de Puerto Plata, hacia Nueva York, Miami, San Juan y vuelos ocasionales a Caracas.
Indica la nota de que la aerolínea continuó su crecimiento en toda la década del 1970 e inició su baja a finales de los 80, debido al mal manejo de los ejecutivos, altos costos de mantenimiento y la competencia con aerolíneas norteamericanas y europeas.
La década de los 90 fue letal para el desarrollo de la aviación comercial en el país. La carga financiera en 1993 y la disminución de las operaciones no permitieron que la compañía mantuviera sus aviones en condiciones operables, lo que provocó que la Administración Federal de Aviación Civil de los Estados Unidos le negara el permiso de vuelo dentro o sobre su territorio. La medida afectó por lo menos doce aerolíneas dominicanas de pasajeros y de carga.
Ante las pérdidas recurrentes, Dominicana de Aviación dejó de volar en el 1995, aunque formalmente cerró en 1999.
Un balance general de la empresa, realizado en mayo de 1998 por la firma de auditores KPMG a solicitud de la Comisión de Reforma de la Empresa Pública, determinó que la compañía no tenía ningún tipo de control sobre los boletos en blanco ni de los vendidos y no volados, lo que no permitía determinar la magnitud de las deudas con otras líneas aéreas ni con terceros por el uso de dichos boletos.