A 20 años de la mordida que dejó en shock al mundo
A lo largo de la historia, el boxeo ha tenido momentos inolvidables, la mayoría de ellos fueron nocauts espectaculares o hazañas en el ring, pero hay otros, como la mordida en la oreja de Mike Tyson a Evander Holyfield, que nunca se van a olvidar. Por cierto, Evander lleva ya 20 años de vida sin un pedazo de oreja.
Fue un momento que rozó lo bizarro con lo ridículo. Una escena que terminó marcando a los dos de por vida, pues muchos recuerdan sí, la grandeza de uno y otro, pero también parte de su legado lleva intrínseca aquella mordida que le valió a ‘Iron Mike’ una descalificación en la revancha, luego que ‘The Real Deal’ le ganara en su primer enfrentamiento.
Tanto marcó ese momento a Holyfield que, en una de sus constantes visitas a suelo mexicano, confesó que ya sabía cuando la gente le quería preguntar por el momento de la oreja, se le quedaban viendo como buscando qué tanto le había arrancado Mike.
La pelea fue el 28 de junio de 1997 en la MGM Grand Garden Arena de Las Vegas. Era su segundo combate luego que Evander noqueara a Mike siete meses antes en 11 episodios. Holyfield no venía de una racha grandiosa y se pensaba que Tyson podía ganarle, pero no fue así, y tras la victoria, se obligó a una revancha.
Ya en la revancha Holyfield y Tyson estaban enfrascados en el combate en el tercer episodio hasta que faltando 39 segundos, Mike le moridó la oreja derecha a Evander causándole un sangrado.
El réferi Mills Lane le pidió al médico de ring checar si ‘The Real Deal’ podía seguir, y se determinó que sí. Con dos puntos tras el incidente en contra de Tyson, se reanudaron las acciones y ahí intentó mordar nuevamente Tyson a Evander, ahora en la otra oreja, causando nuevamente el enojo del campeón del mundo hasta que finalmente sonó el campanazo; sin embargo, apenas llegaron a sus esquinas, el tercero en el ring ordenó la descalificación de ‘Iron Mike’.
“Yo solo quería matarlo, pero sus cabezazos me pusieron muy furioso. Yo era un soldado indisciplinado y perdí la compostura, así que le mordí la oreja”, escribió alguna vez Mike en el libro Undisputed Truth (Verdad Indisputada), en donde reveló pasajes oscuros de su vida, donde incluyó el consumo de drogas y alcohol a más no poder.
Con el paso del tiempo, una multa generosa para Tyson y una suspensión, los dos continuaron sus carreras, sólo que la de Mike no fue tan generosa como la de Evander. Siete años después de aquel incidente, Evander perdonó públicamente al mordedor, e incluso hasta grabaron años después un comercial en el que el neoyorquino le regresaba el pedazo de oreja a Evander.