Bieber, salpicado por otra supuesta paternidad

Una joven de 25 años asegura que tuvo una aventura con el cantante, donde procrearon a una niña.

Justin Bieber se ha vuelto a ver salpicado por rumores sobre una posible paternidad, esta vez ha sido una mujer de 25 años quien ha alegado que Bieber -a quien ya se le atribuyó la paternidad de un niño en 2011, caso que terminó por ser falso- mantuvo relaciones sexuales con ella tras uno de sus conciertos en Miami, en febrero de 2010, un acto sexual en el que concibieron a una niña que nació nueves meses más tarde.

La mujer en cuestión explicó que se conocieron en el restaurante TGI Friday's tras uno de sus conciertos y que acto seguido se dirigieron al hotel del artista en Gansewoort South, donde, según aseguró, se acostaron, concibiendo así a la hija que daría a luz en octubre de 2010.

"Dio a luz a una niña el mismo año. Justin no sabía nada de todo esto. Tan sólo quería proteger a su hija, mantenerla a ella y a su familia lejos del ojo público. En mi opinión, se parece mucho a Justin cuando tenían la misma edad", explicó una fuente cercana a la madre soltera a la revista US Star.

La publicación americana también publicó mensajes de texto que, supuestamente, Bieber había enviado a la misteriosa mujer y en los que le da las gracias por la noche de pasión, una velada que decribe como "nuestro pequeño secreto".

Sin embargo, fuentes cercanas al cantante canadiense alegaron que la historia de la desconocida se trataba de un montaje.

"Es triste pensar que la gente se inventa este tipo de mentiras", comentó un amigo del ídolo de masas al MailOnline.

Estos nuevos rumores se unen a los que Bieber tuvo que enfrentar en 2011, cuando una joven de 20 años, Mariah Yeater, reclamó ante el tribunal la paternidad de su hijo alegando que ella y la estrella musical habían mantenido relaciones sexuales tras un concierto.

En aquel momento, Bieber accedió a hacerse una prueba de ADN para desmentir que fuera el padre de la criatura, sin embargo, el caso fue desestimado sin necesidad de que el joven artista se tuviera que someter a ningún control.