Los Pacers emparejan la serie al Miami Heat
Es muy tentador ir por la carne roja del arbitraje que el Juego 4 de las finales de la Conferencia Este dejó en plena evidencia.
Hubo algunas decisiones omisas misteriosas y momentos en los cuales los réferis parecían dejarse llevar por el público, sentirse intimidados por los entrenadores, y hasta se desautorizaron inexplicablemente al hacer caso omiso de la decisión del otro. En términos generales, que ellos sean el centro de atención no es el deseo de la NBA, sus seguidores o los propios árbitros. Simplemente fue un caos indeseable que estropeó una terrible batalla.
Pero no caigas en la estrechez de apuntar a los silbatos para explicar cómo es que los Indiana Pacers igualaron las finales de la Conferencia Este ante el Miami Heat con una victoria por 99-92 en el Juego 4.
Debes dejar de lado el desorden y entender que esta serie sigue con vida gracias a que los Pacers están aprovechando su activo Nº 1 justo lo suficiente como para reducir la brecha de talento entre los dos equipos. Eso es lo que los profesionales harán de cara al Juego 5 del jueves.
El caótico arbitraje será olvidado por ambas partes, los Pacers buscarán la manera de mantener su ventaja, y el Heat pensará cómo hacer para neutralizarla un poco.
Los grandotes Roy Hibbert y David West de los Pacers están haciendo lo que quieren con el Heat, explotando una zona débil que Miami se ha pasado años elaborando esquemas para ocultar.
El núcleo del plan de juego del Heat es dominar el resto de las áreas del juego para compensar sus grandes deficiencias en los rebotes y la defensa interna. Simplemente no está funcionando muy bien.
Los fans del Heat podrán rabiar durante días por el hecho de que LeBron James tuvo que salir por faltas en el último minuto por una pantalla que los árbitros suelen dejar pasar en ese lugar. Se quejarán por una falta dudosa de pasos sancionada contra Dwyane Wade momentos después, que prácticamente acabó con el juego cuando un triple de Shane Battier fue anulado.
Pero no hay manera de esquivar este golpe: el total de rebotes en el último cuarto fue de 16 para los Pacers, y de 4 para el Heat.
O este otro: Hibbert y West se han combinado para promediar 41 puntos y 20.5 rebotes por partido con una efectividad del 51 por ciento en la serie. ¿Cómo se compara eso con la legendaria combinación de James y Wade? Es un empate relativo: los dos futuros miembros del Salón de la Fama promedian 44 puntos, 11.8 rebotes y una efectividad del 51 por ciento.
Los excelentes pases de James y Wade han sido anulados por los rebotes ofensivos de West y Hibbert, los cuales han creado muchas más oportunidades para sus compañeros.
Durante el decisivo segmento final del Juego 4, Indiana tuvo más rebotes ofensivos (seis) que el total de rebotes del Heat. Los Pacers tuvieron siete puntos de segunda oportunidad solamente en el último cuarto. Como recordatorio, los Pacers ganaron por esos siete puntos. Y ni siquiera estamos contando el robo por el que los Pacers podrían quejarse: un error garrafal en el reloj de posesión les costó otros dos puntos de segunda oportunidad.
Hibbert y West suman 82 rebotes en los cuatro partidos. Chris Bosh, Udonis Haslem, Chris Andersen y Battier (Heat) tienen un total combinado de 59. Bosh, cuyas excusas para la peor campaña rebotera de su carrera ya aburrieron hace meses, está promediando apenas 3.3 rebotes por partido en la serie. Ha sido devorado por Hibbert y West, y desde mucho antes que un esguince de tobillo lo frenara un poco el martes.
"Tenemos que superarlo. Tenemos que hacerlo mejor", dijo el entrenador del Heat, Erik Spoelstra. "Hace falta un esfuerzo colectivo cuando tienes grandotes como esos".
La fórmula de Spoelstra es mitigar los problemas de rebotes del Heat creando pérdidas de balón con lanzadores que castigan a los grandotes más lentos de los Pacers al obligarlos a marcar a jugadores más rápidos. Esa ha sido una estrategia maravillosamente eficaz durante toda la temporada.
Pero no ha sido el caso en esta serie. Los Pacers han controlado sus pérdidas de balón desde el Juego 1, y los principales creadores de espacios de Miami, Ray Allen y Battier, se han combinado para acertar 11 tiros en 46 intentos.
La temporada pasada, cuando Miami no tuvo a Bosh durante la mayor parte de su serie contra los Pacers, el Heat limitó a Hibbert a promedios de 12 puntos y 11 rebotes. Pero durante esta serie está destrozando al Heat, incluso con el refuerzo de Andersen, quien ha sido agregado desde entonces. Hibbert está promediando 22.8 puntos y 12 rebotes, y ha evitado las faltas con tanta eficacia que tiene un promedio de 39 minutos en la cancha.
Éste es un gran éxito para los Pacers, quienes están superando el hecho de que su máximo anotador, Paul George, se vea agotado cada noche por la tarea de defender a James durante más de 40 minutos.
En el último cuarto del Juego 4, Hibbert bajó tres rebotes ofensivos claves que suprimieron la oportunidad del Heat de tomar el mando de la serie con una ventaja de 3-1. Terminó con 23 puntos y 12 rebotes.
"Peso 275 [libras]. Tengo que meter el cuerpo", dijo Hibbert. "En realidad es una cuestión mental. ¿Quieres meterte ahí y chocar con LeBron, Chris Bosh y Birdman [Andersen], o prefieres quedarte en la periferia?"
Hibbert ha bajado 26 rebotes ofensivos en los cuatro partidos, y está arruinando la defensa generalmente eficaz del Heat. Los Pacers bajaron 15 rebotes ofensivos en el Juego 4 y tuvieron una ventaja de 49-30 en rebotes en general. Esta es la definición de su plan de juego en funcionamiento.
"No podemos darnos el lujo de ser derrotados en el cristal por 20 [rebotes]. No puede suceder", dijo James, quien lidera al Heat en rebotes en esta serie, con siete por partido. "Como equipo, no podemos permitir eso".
Hay muchas otras matices y puntos de estrategia dando vueltas. Está la continua producción disminuida de Wade, quien tiene tantos juegos de 20 puntos en la postemporada (uno) como Andrew Goudelock (juega para los Lakers, por si no sabías). Está Lance Stephenson con su estilo del Demonio de Tasmania, quien tiene la capacidad de elevar o molestar a sus compañeros de Indiana en cualquier momento, ya que su juego a menudo se asemeja al comportamiento de un conductor de taxi en hora pico.
Incluso James podría merecer una mirada de soslayo. Disparó con una efectividad inferior al 50 por ciento en cuatro de los últimos seis partidos. Aunque eso no es un crimen, debes entender que esto sucedió exactamente una vez en sus 15 partidos anteriores y sólo cinco veces después del receso por el Juego de Estrellas. Ha establecido estándares sin precedentes, pero ahora que sus compañeros han tenido algunos problemas ofensivos, la corrección del mercado es perceptible. Pero nada de esto está controlando la dirección de la serie como lo que los Pacers, y sobre todo Hibbert, están haciendo al bajar todos esos rebotes sueltos. Ceder rebotes ofensivos es como tener un bullpen malo en el béisbol, ya que a menudo puede arruinar el buen desempeño de todo el equipo.
Y ha convertido este duelo en una serie de tres juegos.
"Ese siempre es nuestro juego", dijo el entrenador de los Pacers, Frank Vogel. "Matar el cristal ofensivo".