Nomar Mazara: el nuevo brillante dominicano de Grandes Ligas

En el primer mes de temporada, sumó 24 hits, nueve carreras producidas y tres cuadrangulares para presumir un porcentaje de bateo de .333.

Nunca antes en la historia de los Rangers de Texas, un novato había puesto esos números en abril hasta que apareció el dominicano Nomar Mazara.

Con solo 21 años, el jardinero derecho originario de Santo Domingo está convertido en una estrella dentro del equipo que mantiene el liderato de la División Oeste de la Liga Americana.

Mazara ha cautivado miradas por su poderío con el bat y porque además es un mago del guante que tiene un cañón en su brazo izquierdo.

Aunque carece de gran velocidad, el quisqueyano suple esa deficiencia con su explosividad ofensiva y sus espectaculares atrapadas en la pradera de los Rangers.

“No quiero ponerme mucha presión encima, yo solo quiero jugar béisbol”, expresó Mazara  El dominicano llegó a los Rangers en 2011 cuando firmó un contrato de Ligas Menores por cinco millones de dólares y desde entonces, el equipo texano sabía que tenía a un gran prospecto en sus filas.

Después de pasar cuatro temporadas en las sucursales de los Rangers, Mazara fue llamado al equipo de las Grandes Ligas el pasado 10 de abril para cubrir la ausencia por lesión de Shin-Soo Choo.

El primer partido del dominicano en las Ligas Mayores pareció ser un guión de película escrito para un joven que busca posicionarse como la próxima gran estrella dentro del mejor béisbol de mundo.

En su presentación ante el pitcher de los Angels, Jared Weaver, Mazara conectó un hit en su primer turno al bat. En su segunda aparición, el quisqueyano conectó otro imparable y en su tercer turno conectó un cuadrangular.

A partir de ese momento, Mazara no ha parado de impresionar con la manera en que ataca la pelota en la caja de bateo.

“Yo era muy joven cuando firmé con los Rangers por lo que sabía que tendría que ir paso a paso”, dijo Mazara.

“En las sucursales aprendí mucho y creo que no me tomó mucho tiempo el haber llegado a las Grandes Ligas. Solamente me tomó cuatro años y me siento orgulloso del proceso que seguí para llegar hasta aquí”, apuntó.