Warriors cuelgan el 19-0 jugando el juego grande del Jazz
Con los Warriors en 19-0 tras superar al Utah Jazz, unos victoriosos Stephen Curry y Draymond Green se felicitaban mutuamente en los camerinos contiguos.
Sus risas celebratorias fueron interrumpidas con Green cantando el mismo coro de Rick Ross: "Todos los días estoy luchando; todos los días estoy luchando".
Eso fue apropiado después de una victoria que bien podría haber sido la más difícil de los Warriors. Estaban jugando en la altura -sin Harrison Barnes y con Curry batallando con una sinusitis-ante unos Jazz que buscaban distorsionar el ritmo de juego. Utah jugó bien y obligó a los Warriors a jugar al estilo de los Jazz. Al final, no fue suficiente, porque los Warriors tenían a Curry y a Green.
Curry comenzó a cerrar y Green lo selló con un rebote inexplicable. Con los Warriors ganando por un punto con menos de ocho segundos, un tiro brincado de Rodney Hodd rebotó en la vecindad de Green Green había hecho su asignación de despejar a la maravilla atlética Derrick Favors. Lo que no contaba, sin embargo, era a Rudy Gobert corriendo hacia adentro con su alcance de 9'7".
"Tenía una buena posición por un minute con Favors, entonces vino Gobert volando de la nada", dijo Green. "Creo que yo quería el balón un poco más".
Debio ser. Gobert arrancó balón desde del aro como una masiva Francés una garra de arcade. Pero antes de que lo pudiera asegurar, Green se coló y la manoteó hacia él entre Gobbert y Gordon Hayward. Entonces, mientras caía fuera de los límites, se la dirigió a Curry para finalizar el partido.
"Fue sorprendente", dijo Curry cuando a Green le preguntaron sobre el oportuno rebote. "Cita, fin de la cita".