El estudio que confirma cuál es la mejor postura para dormir
Los médicos llevan décadas discutiendo sobre cuál es la mejor posición para conciliar el sueño, pero una nueva investigación podría inclinar definitivamente la balanza
Aunque se han realizado cientos de estudios científicos sobre la postura que conviene adoptar en la cama, no existe un consenso sobre el asunto. Por lo general, la mayor parte de expertos aclaran que no existen verdades absolutas, sino que depende de los problemas (por ejemplo de espalda, pero también de respiración) que pueda sufrir cada individuo.
Hay médicos que defienden que lo mejor es dormir como un tronco, es decir, boca arriba y con los brazos a lo largo del cuerpo, ya que es una posición estable que no causa dolores de espalda. Otros especialistas, sin embargo, recomiendan dormir de lado, pues se respira mejor, se evitan los reflujos estomacales y se impiden las obstrucciones de la vía respiratoria (algo fundamental si se sufre apnea del sueño o nos hemos acostado borrachos). Y a estos últimos les ha salido un nuevo, e importante, aliado.
Según un estudio que acaba de publicarse en el Journal of Neuroscience, al dormir de lado nuestro cerebro elimina de forma más eficaz el material de desecho, lo que reduce el riesgo de padecer alzhéimer, párkinson y otras enfermedades neurológicas.
Durante el sueño, se pone en funcionamiento el sistema glinfático, el encargado de limpiar los desperdicios del sistema nervioso central, del mismo modo que el sistema linfático (que hasta hace unos meses creíamos ausente en el cerebro y la médula espinal), limpia el material de desecho del sistema circulatorio. El líquido cefalorraquídeo se filtra a través del cerebro y se intercambia con el líquido intersticial, limpiando en el proceso ciertos residuos que produce nuestro cerebro como los betamiloides y las proteínas tau, sustancias químicas que, si se acumulan, afectan negativamente a los procesos cerebrales. La postura más popular es, además, la mejor.
Los investigadores, de la Stony Brook University, llevan años usando los escáneres de resonancia magnética en roedores para averiguar cómo funciona el sistema glinfático. En este experimento han medido la eficiencia del intercambio entre el líquido cefalorraquídeo y el líquido intersticial en ratones anestesiados situados en tres posiciones: de lado, boca abajo, y hacia arriba.
“El análisis muestra que el transporte glinfático es más eficiente en la postura lateral, en comparación con las otras dos posturas”, explica la doctora Helene Benveniste, autora principal del estudio, en la nota de presentación del mismo. Y no parece casualidad que esta sea la postura más habitual en la mayoría de mamíferos.
El sueño cumple una función biológica aparte que consiste en limpiar el follón que se acumula en nuestro cerebro mientras estamos despiertos
“Parece que nos hemos adaptado a dormir en posición lateral para borrar de forma más eficiente los productos de desecho metabólico que se acumulan en nuestro cerebro mientras estamos despiertos”, asegura otra de las autoras del estudio, la doctora Maiken Nedergaard.
El estudio no sólo resuelve nuestras dudas sobre cuál es la mejor postura para dormir, además arroja luz sobre una de las funciones más desconocidas del sueño. “El estudio fortalece la idea de que el sueño cumple una función biológica aparte que consiste en limpiar el follón que se acumula en nuestro cerebro mientras estamos despiertos”, explica Nedergaard. “Muchos tipos de demencia están vinculadaos a los trastornos del sueño, incluyendo la dificultad para conciliar éste. Parece cada vez más claro que estos problemas pueden acelerar la perdida de memoria en la enfermedad de Alzheimer. Nuestros hallazgos aportan nuevos conocimientos sobre el asunto, mostrando lo importante que es la posición en la que duermes”.