El día que Larry Bird se rindió ante Michael Jordan
Es muy atrevido comparar jugadores de diferentes generaciones y épocas. Decir si Michael Jordan es mejor o peor que LeBron James o Kobe Bryant no es justo para ninguno de los tres. Son baloncestos distintos, rivales diferentes e incluso reglas modificadas en algunos aspectos. Sin embargo, que un jugador de un mismo tiempo, sobre todo un rival, ponga etiquetas a alguien es más acertado. Como ejemplo, cuando Larry Bird se rindió ante Jordan allá por 1985, para acabar hincando la rodilla en 1986 con una frase que pasó a los anales de la historia de la NBA.
“Es el mejor. Nunca he visto a nadie como él. No se parece a nadie de los que he visto antes. Es un fenómeno. Único”, declaró Bird después de los 41 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias de Michael Jordan en las Finales de la Conferencia Este de 1985. “Con jugador como él llegando desde la universidad año tras año, simplemente ayuda a mejorar la imagen de la NBA, a conseguir mejores audiencias televisivas, más aficionados en los pabellones. [Michael Jordan] es el mejor de todos los tiempos”.
Unas palabras que se quedaron pequeñas cuando Michael Jordan se marchó hasta los 63 puntos en los Playoffs de 1986, su mejor marca en una serie de postemporada. “Es dios disfrazado de Michael Jordan”.