Tom Cruise: el suicida
El actor y productor se ha ido al límite en “Misión: Imposible-Nación secreta”, que se estrenó ayer, al colgarse de un avión en una de las escenas.
Tom Cruise regresa al riesgo. Con “Misión Imposible-Nación Secreta” (“Mission: Impossible-Rogue Nation, dirigida por Christopher McQuarrie) el actor y productor de Hollywood encara la quinta entrega cinematográfica de la saga que inició en 1996, y que está basada en la serie de televisión de espionaje de los años sesenta.
Como las anteriores, mantiene la formidable partitura que Lalo Schifrin creó para la versión televisiva, y el fósforo que enciende una mecha que abre, como lo hacía en aquellas, y superponiendo en los créditos imágenes de lo que verán los espectadores en las dos horas de duración del filme.
Una música que aporta a las escenas de acción y aventura fuerza desde el principio. Esto y el mensaje que se autodestruye en cinco segundos, son elementos propios del original.
Lo que más se destaca de esta entrega, son las ansias suicidas que tiene Tom Cruise, quien además ha sido productor de estas películas desde el principio, y que asume varias de las escenas de acción sin usar dobles. La más impactante ha sido la forma en que se ha colgado de un avión en la escena que da apertura a la película.
Para esto, y para sorpresa de los espectadores, solo ha usado arneses y cuerdas para no salir volando, mientras que el avión toma vuelo, algo impresionante que, luego de saberlo el espectador hará necesariamente que aumente la emoción.
Pero no solo en esta escena prescinde de dobles de acción, ya que también en una trepidante perseción en motocicletas, como se muestra en una de las imágenes que acompaña este texto, se atreve a ir a gran velocidad y sin casco protector.
Pero esto no es nuevo, ya que siempre que tiene oportunidad de hacerlo en alguna película, Cruise no se resiste. Solo recordar que en “Misión Imposible 2”, se colgó de una montaña y en la cuarta, de más de 1700 pies en el edificio Dubai’s Burj Khalifa, en los Emiratos Árabes. El actor adquirió este gusto por los deportes extremos luego de su amistad con Paul Newman, con quien actuó en “El color del dinero”, de Martin Scorsese. De Newman se hizo conductor de autos de carrera.
Entretenimiento sin mayores pretenciones, es lo que acompaña todo el metraje de esta película que contiene varias dosis de humor. Humor que recae casi siempre en el comediante británico Simon Pegg, quien desde la tercera parte se encuentra en el equipo que lidera Ethan Hunt.