Rockets culminó la hazaña
Se suponía que los Houston Rockets agonizaban. Pero una semana después están más vivos que nunca; sanos por completo y listos para disputar las Finales de la Conferencia Oeste de la NBA.
Los Angeles Clippers, el equipo que se quedó a poco más de 15 minutos de avanzar a la tercera ronda de la postemporada por primera vez en su historia, tendrá que seguir a la espera por tiempo indefinido de disputar finales.
Los Rockets dominaron de punta a punta el séptimo partido de la Conferencia Oeste y vencieron 113-100 a los Clippers para avanzar la serie por el boleto a las Finales NBA, a partir de este martes en la casa de los Golden State Warriors.
Houston se convirtió apenas en el noveno equipo de la historia que remonta una desventaja de 1-3 en serie al mejor de siete partidos.
"Por eso se juegan las series a siete partidos", dijo el entrenador de los Rockets Kevin McHale. "Había que ganar cuatro y nosotros lo hicimos, gracias a que el equipo nunca se rindió".
Similar al jueves pasado, cuando los Clippers dilapidaron una ventaja de 19 puntos con 2:50 por jugarse en su Staples Center, este domingo desde el principio erraron canastas que casi nunca fallan; soltaron balones que se tradujeron en puntos de los anfitriones y dejaron de ser el explosivo equipo en transición de los primeros cuatro encuentros de la serie.
Mientras, la gente en el Toyota Center cada vez estaba más enardecida; quizá aún más que los torrenciales aguaceros que cayeron en Houston desde muy temprano por la mañana; igual que como sucedió el martes pasado.
El entrenador de los Rockets, Kevin McHale, había dicho el sábado que sólo se trataba de ganar un partido más en casa, donde ya habían salido triunfantes en cinco de seis partidos previos de la actual postemporada.
Los Rockets salieron agresivos, cuidando las faltas e incomodando por todos los ángulos los disparos de los principales atacantes de los visitantes.
Fuera de Chris Paul y Blake Griffin, el resto de los titulares fueron casi inexistentes en el marcados durante la primera mitad, que terminó 56-46; un marcador que no reflejaba ni cerca el dominio de los Rockets.
En la segunda mitad, los Clippers hicieron un último intento por salvarse; redujeron la desventaja hasta tres puntos.
Pero de nuevo, los Rockets se fueron con la embestida final, encabezada por el argentino Pablo Prigioni y tres robos de bola que regresaron la ventaja los dobles digitos y que para ambos equipos será recordada en los años por venir.
James Harden terminó con 31 puntos, seis asistencias y cinco rebotes; Trevor Ariza, 22; Dwight Howard, 16, y Josh Smith, 15.
"Me trajeron a este equipo a tratar de competir por campeonatos", dijo Harden. "Hoy estamos un paso más cerca, aunque todavía falta mucho".
Fuera de los 33 puntos combinados entre Griffin y Paul, el resto de los titulares de Los Ángeles se combinaron para 16 puntos, cuando el partido entró al último periodo.
"En algún momento de la serie dejamos de jugar", dijo el entrenador de los Clippers, Doc Rivers, quien se convirtió en apenas el primer entrenador de la historia que pierde una serie de playoffs que ganaba 3-1.
Los Rockets ya hicieron en el Oeste lo que parecía más difícil, remontar por segunda vez en su historia la desventaja de 1-3.
Ahora tendrán que viajar este lunes a La Bahía californiana para tratar de derrotar a los Warriors, el único equipo que terminó mejor sembrado que ellos en la conferencia esta temporada.
"Hoy es un gran día para festejar", dijo McHale. "Los muchachos merecen celebrar en grande igual que nuestros aficionados. Pero a partir de mañana, habrá que pensar en la siguiente serie o de nada habrá servido todo esto".