El Monstruo de 3 Cabezas que Llamamos UASD.

La Universidad Autónoma de Santo Domingo volvió a ser noticia. Nuevamente el motivo es indigno de una casa de estudios. Los disturbios recientes desbaratan todo aquello que aparece colgado en los carteles de “misión, visión y valores”. La UASD de la semana pasada es retrógada, un eco asqueroso de tiempos que debieron estar ya olvidados y sepultados para siempre. Pero no, es la misma UASD de hoy día, la que parece un experimento que ha salido mal. Y lo peor es que lo ocurrido hace días es sólo la punta del iceberg.

Ciertamente, la semana pasada un coronel de la policía cayó abatido por disparos todavía anónimos (aunque han apresado a un supuesto matador). El hecho es condenable por todas partes, pero no podemos olvidar que en noviembre de 2012 resultó muerto el estudiante William Florián Ramírez, también a causa de disparos que no han pagado su crimen. A mí me enseñaron que la vida humana no tiene precio, por lo que la primera barbaridad que me disgustó fue que se quisiera “equilibrar” la muerte de William con la muerte del coronel Julián Suárez Cordero. ¿Tan ciegos somos que no nos damos cuenta de que nadie gana cuando muere uno de los suyos?

No estudié en la UASD y tampoco he impartido docencia ni he ocupado un cargo en esa casa de estudios. Sin embargo, la UASD, como institución educativa pública, es del público. No le pertenece a los estudiantes ni a las autoridades que hoy la (des)gobiernan. Por eso yo tengo pleno derecho a opinar sobre la UASD, aunque nunca haya estado ligado a ella. ¿Callarme los limones porque no estudié en la UASD? ¿Tan pobres son los argumentos?

En julio del año pasado, las autoridades uasdianas anunciaron el aumento del crédito educativo de 6 a 20 pesos y poco faltó para que estallara una guerra civil. En esa ocasión, el ingeniero que vive en mí propuso una idea muy simple: Que el costo del crédito fuera asignado por desempeño estudiantil.

Tres malditas cabezas.

Los Dirigentes Estudiantiles.

¿Cómo es posible que un pelafustán como Ambiorix Rosario tenga más de dos décadas “estudiando” medicina? Cuando esa bestia se gradúe (si alguna vez lo logra) va a ejercer geriatría práctica. ¿Lo peor? Ese individuo, que ha sido suspendido cinco veces por razones políticas y por bajo rendimiento, es el presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos. ¿Cómo se explica que FELABEL esté dirigida y aupada por cantidad de personas sin afán de estudio sino más bien con hambre de poder, con ganas de joder la maldita paciencia metiéndose en mil vainas que no tienen que ver con una universidad? Me entero de la suspensión y expulsión de los directivos de FELABEL y sólo me pregunto ¿por qué no se llevaron a todos los grupúsculos de antisociales que van a la UASD a cualquier cosa menos a estudiar seriamente?

Las Autoridades.

Cuando se construyó el famoso estacionamiento de mil millones de pesos en la UASD, también me rasqué la cabeza procurando comprender el por qué ese edificio tuvo un costo tan elevado. Nada que no sea sobrevaluación de materiales y una feliz cogioca me dio respuesta. Tampoco encontré conclusiones cuando también el año pasado se denunciaron serias irregularidades entre los salarios que se pagan a diferentes ejecutivos y profesores de la institución, a pesar de que circularon muchas nóminas que daban cuenta de las abismales diferencias. Al actual rector Mateo Aquino Febrillet lo rodean más sombras que luces y por todas partes se leen quejas de su gestión. No me voy a meter en preguntar por qué lo eligieron, pues adivino que me van a hablar de un fraude colosal y demás pupuses.

Los Profesores.

Los profesores también tienen su cuota en el desorden, provocando paros por exigencias de aumento de sueldo y siendo citados con demasiada frecuencia como acosadores sexuales del estudiantado, aunque, por supuesto, ellos alegan que las estudiantes son quienes van a provocarlos. Sweet.

Nuestra Alma Máter es un reflejo pobre y malvado del dominicano que regirá nuestro país en algunas décadas. Probablemente nuestro presidente para el 2040 es alguien que estuvo en el berecumbé de la semana pasada en la UASD. No sé lo qué hacía allá. ¿Lanzaba piedras o disparaba con una chilena? ¿Repartía los macanazos? Ojalá que nuestro futuro presidente haya sido un estudiante que ante los desórdenes haya dicho “¡Maldita sea, otro lío! Tendré que irme sin terminar la práctica de derecho”… pero lo dudo.

La UASD entera es cuestionable. ¿Cuál es el problema? Que los líderes de esas tres fuerzas no tienen la misma agenda, no comparten el mismo interés. Si autoridades, estudiantes y docentes tuvieran el mismo interés en la UASD, los conflictos no serían tan insensatos como los de la semana pasada, los de noviembre y julio del año anterior. Sin embargo, lo que vemos es a tres grupos en pugna por “sus derechos”, por defender hasta a la fuerza lo que entienden que es correcto. ¿Así avanzará alguna vez?

¿A quién le duele la UASD?

A veces pienso que la única manera de arreglar la UASD es desbaratándola entera y construyéndola de nuevo desde cero. Pero por supuesto, no me refiero a las edificaciones, sino a todo el tinglado de corrupción, chantaje, tráfico de influencias, perversidad, deshonestidad y encubrimiento que asquea y saquea todas las instancias de la UASD.

¿En todas? Sí. En todas. Las autoridades y las agrupaciones de estudiantes tienen agenda secreta, usualmente política. Responden como títeres a los intereses de los partidos políticos antes que a los estudiantes. La cultura del “bucamelomío” encumbrada en la principal universidad del país. ¿Qué sale de esas aulas, si no es gente dispuesta a cualquier cosa?

Arreglar el tollo que hay en la UASD no es fácil ni se podría hacer en poco tiempo. Amerita atención directa y permanente del poder ejecutivo y el ministerio de educación superior. Yo guardo la (pendeja) esperanza de que el gobierno incidirá en el adecentamiento de la UASD. Lo único que me preocupa es que no se puede limpiar algo sucio con un trapo más sucio.

La UASD no le duele a Febrillet ni a las cabezas de FELABEL ni FED ni FAPROUASD ni siquierda la mitad que le duele a los estudiantes que ven atrasada su profesionalidad. Da asco que de cada diez noticias que leemos de la UASD, 18 tengan que ver con problemas que no tienen nada que ver con el espíritu de la enseñanza. ¿Con qué maldito ánimo se inscribe un estudiante deseoso de hacerse profesional? ¿Hasta cuando la UASD tendrá ese disfraz de Game of Thrones, llena de violencia, corrupción, traición, sexo y muerte?

¿Cuándo morirá ese monstruo de tres cabezas, ese animal inmenso que en su idiotez existencial sólo atina a hacerse daño a sí mismo desgarrándose y flagelándose ante la vista de quienes aspiraban a ver una casa de estudios digna de ser la primera de América?

La verdad es que la UASD le duele todavía a la mayoría. Las tres cabezas que reparten descrédito en la UASD están conformadas por minorías de su grupo correspondientes. Existen miles de estudiantes que realmente quieren avanzar su carrera. También hay profesores preñados de vocación por la enseñanza que sacrifican su vida para formar profesionales probos. Hay autoridades genuinamente preocupadas por ofrecer una casa de estudios ejemplar. Son todos mayoría, pero no tienen el poder ni dirigen sus grupos. ¿Cuánto falta para que eso cambie? Da pena, pero esa transformación está durando más que el cuento de Alcibíades.