Clippers: la importancia de hacer piña
En manada y sabiendo sobreponerse a un imprevisto que a cualquier equipo le hubiera dejado cojo. Así están encarando Los Angeles Clippers la ausencia de un jugador tan clave como es Blake Griffin. Que el rey de la selva no puede saltar al ruedo, no pasa nada, ahí está el resto del grupo para paliar una baja de lo más sensible.
"Todos estamos dando un paso al frente. Blake es un jugador irreemplazable por ninguno de nosotros", afirmó Chris Paul refiriéndose a la importancia de que todos se levanten al unísono.
Con la victoria ante San Antonio Spurs (119-115), los hombres de Doc Rivers han demostrado por tercera vez en cuatro partidos sin su jugador estelar que están capacitados para hacer piña y solventar citas de lo más importantes. Primero fueron los Dallas Mavericks, luego Houston Rockets y ahora los Tony Parker, Tim Duncan, Manu Ginóbili y compañía.
La fórmula parece sencilla, pero no lo es. Vencer a los vigentes campeones de la NBA después de presenciar cómo al inicio del tercer cuarto éstos agarraban una ventaja de nueve puntos en un festival anotador implacable durante algunos minutos tiene mucho mérito. Sobre todo cuando Rivers se tuvo que enfrentar durante buena parte del partido a la tesitura de qué hacer con un DeAndre Jordan que recibió 14 faltas personales que le colocaron en la línea de tiros libres. De los 28 lanzamientos tan solo pudo anotar 10 en lo que pretendía ser la táctica 'perfecta' de los Spurs.
"Estaban intentando hacerme faltas desde el principio, pero lo árbitros no las señalaron", explicó Jordan. Es algo que los equipos van a utilizar como estrategia para frenar nuestro juego y frustrarnos mentalmente. Estoy acostumbrado a ello", declaró.
Pero la táctica no fue suficiente. La inconsistencia de Jordan en este aspecto no fue capitalizada en ataque por los Spurs, que en el último periodo tan solo anotaron dos de los siete triples que intentaron, con uno Marco Belinelli y Danny Green especialmente desacertados. Chris Paul (22 puntos y 16 asistencias), J. J. Redick (15 puntos), el propio Jordan, quien estuvo a dos rebotes de sumar tres partidos consecutivos con más de 20 puntos y 20 rebotes (26 puntos y 18 rebotes) y un Jamal Crawford (26 puntos) que sigue intratable en los últimos periodos fueron capaces de eclipsar las buenas actuaciones de los Spurs.
Pero si hubo un hombre que brilló en defensa, ese fue Glen Davis, quien se erigió como pieza clave para desbaratar muchas ofensivas de sus rivales.
"Glen jugó un rol muy importante. Sin él, no podríamos haber ganado hoy. Más allá de los puntos, hizo una gran defensa, una buena labor en los rebotes, con su dureza y energía. Estuvo enorme esta noche", argumentó Rivers.
Tony Parker (21 puntos y 13 asistencias) y un Tim Duncan (30 puntos y 11 rebotes) que se erigió como el décimo sexto máximo anotador de la NBA tras superar a Alex English, no fueron suficiente medicina para frenar a unos Clippers que van en masa. El equipo es una piña y el apoyo de un público que cada vez ruge más, consiguen que la moral sea cada vez más alta. Los jugadores pagan con creces el apoyo a base de 'showtime', y es que por algo se le puso el sobrenombre de 'Lob City' a estos elementos que no escatiman en 'alley oops', clavadas y demás florituras.
Los Spurs volvieron a demostrar que son uno de los equipos de la liga que mejor mueven la pelota (34 asistencias), sin embargo, varias imprecisiones (concretamente 17 pérdidas) pusieron 20 puntos más en el marcador de los Clippers. Los californianos siguen subiendo escalones en las posiciones de playoffs con el fin de lograr la ventaja de campo en la postemporada.