El Heat remonta para vencer a los Knicks

A solo de seis días del Juego de Estrellas, la rodilla izquierda problemática de Carmelo Anthony le disparó un tiro de advertencia, probablemente poniendo en duda su octava aparición en el partido de marca de la NBA que será celebrado en la mítica cancha del Madison Square Garden.

 

El único representante de los New York Knicks tuvo que ser reemplazado durante el cuarto parcial del partido que perdió la escuadra neoyorquina la noche del lunes ante el Miami Heat en el American Airlines Arena. Restando 7:50 por jugar en el encuentro, Anthony, que había estado lidiando con dolores en la rodilla izquierda desde diciembre, acertó un tiro en distención pero cayó torpemente.

 

El jugador de ascendencia puertorriqueña había agravado su rodilla molesta el pasado 28 de diciembre en un partido en Portland, perdiéndose la segunda mitad por completa de ese encuentro. Aunque le sirvió de descanso los próximos dos días, despidió el año viejo admitiendo que estaba jugando con dolor tras 29 minutos de acción ante los Clippers en Los Ángeles.

 

Esa afirmación debería haber servido como una advertencia, especialmente para una organización que tomó un gran riesgo, firmándolo a un contrato de cinco años y $124 millones el verano pasado.

 

Las señales de humo aun fuero descartadas cuando Anthony su ausentó de los primeros seis partidos del 2015, sometiéndose a un programa intenso de rehabilitación para luego tomar un viaje incomodo a Londres donde los Knicks celebraron un partido que de todas formas perdieron ante los Milwaukee Bucks.

 

Desde entonces Anthony ha promediado 34.5 minutos en 10 partidos, tomando un rol de espectador en otros dos encuentros para aliviar su rodilla.

 

Tras lo recién ocurrido en South Beach, Anthony, el presidente, Phil Jackson, el coach, Derek Fisher y el dueño, James Dolan deben estar de acuerdo.

 

Deben entender que ya es suficiente y ha llegado la hora para solucionar este problema a pesar de que las pruebas descartaron cualquier daño estructural en la rodilla.

 

En varias ocasiones, Anthony, el quinto máximo anotador de la liga con 24.2 puntos por partido, había expresado el hecho de que no estaba muy seguro si hubiera aceptado participar en el Juego de Estrellas 2015 si se hubiera realizado en otro lugar que no se llame el Garden.

 

El lunes indicó que "quizás" se hubiera sometido a un procedimiento para resolver la molestia si el All-Star se hubiera llevado a cabo en otro lugar fuera de la Gran Manzana.

 

Si Anthony es lo suficientemente inteligente, durante el transcurso del martes debería retirarse y ceder su lugar a otro jugador que merezca su puesto en el plantel que estará representando la Conferencia Este el próximo domingo. Un jugador de la talla de Anthony estará de vuelta - y a un superior nivel -- cuando se dispute el All-Star de 2016 en Toronto a través de una temporada donde los Knicks estarán peleando por cosas más importantes.

 

Los aficionados de los Knicks no han tenido mucho que celebrar y los pocos de esa legión que fueron dichosos en conseguir los boletos para respaldar a su ídolo aplaudirán a Anthony por excusarse de en un partido de exhibición en el cual los primeros tres cuartos normalmente exhiben una bandada de desempeños individualistas, jugadas destacadas y clavadas hasta que arranque el cuarto parcial donde ahí si demuestran la seriedad con ganas de ganar.

 

Todavía tendrá la oportunidad de estar en la vanguardia de muchos eventos que se llevarán a cabo en su ciudad. Perder este partido es sólo lo que tiene que hacer.

 

 

Sección: Deporte
Publicada: Febrero 10, 2015
Fuente: espn
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