Fallece la duquesa de Alba a los 88 años
Después de ser trasladada desde el hospital Sagrado Corazón de Sevilla a su residencia familiar el pasado martes por la noche, la Duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, ha fallecido el jueves por la mañana en el Palacio de Dueñas a los 88 años rodeada de sus hijos, sus nietos y su tercer marido, Alfonso Díez, con quien contrajo matrimonio en 2011.
El estado de salud de la incombustible Cayetana de Alba se había ido deteriorando durante los últimos meses, pero no fue hasta el pasado domingo cuando tuvo que ser ingresada debido a una neumonía que se había visto complicada por una arritmia cardiaca y una gastroenteritis. Tras dos días en el hospital, la duquesa decidía abandonar el centro por deseo propio para instalarse en Dueñas, donde en las últimas horas han ido llegando sus seis hijos, Carlos -primero en la línea de sucesión de la Casa de Alba-, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia, junto a varios de sus nietos.
María del Rosario Cayetana Victoria Alfonsa Fitz-James Stuart y de Silva nació el 28 de marzo de 1926 en Madrid, siendo sus padres Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, duque de Alba y de Berwick -quien en el momento de su nacimiento tenía ya 48 años-, y María del Rosario de Silva y Gurtabay, marquesa de San Vicente del Barco, quien falleció cuando la duquesa tenía apenas 6 años debido a su delicada salud.
Los padrinos de Cayetana fueron los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, siendo bautizada en el propio Palacio Real en una pila bautismal en la que tradicionalmente solo recibían el sacramentos los futuros monarcas o a sus descendientes.
Después de vivir su adolescencia en el exilio entre Londres y París, Cayetana regresó a España donde el 12 de octubre de 1947 contrajo matrimonio en Sevilla con Luis Martínez de Irujo y Artacoz, padre de sus seis hijos. El matrimonio duró hasta 1972, cuando falleció el duque de Alba.
Tras su primer matrimonio, la duquesa volvió a pasar por el altar en 1978 con el ex jesuita Jesús Aguirre, una unión que en la época causó un gran revuelo.
Su unión con Alfonso Díez en 2011 fue su tercer y último matrimonio, para lo cual se vio obligada a repartir en vida su legado entre sus hijos debido a la fuerte oposición al matrimonio que mostraron algunos de ellos.