Sexo mientras vuelas en avión es la nueva moda
Gracias a un reportaje en la cadena Cuatro conocimos lo que era el sexo ingrávido. En Seattle (EEUU), un amante del ‘goming’ (dejarse caer al vacío desde una gran altura sostenido por unas cuerdas elásticas que se atan en los tobillos) encontró la posibilidad de practicar sexo en el aire. Para llevar a cabo su cometido necesitó una estructura metálica, parecida a la de los columpios de los niños, un arnés y una goma de sujeción.
Con todos los elementos perfectamente montados, uno de los miembros de la pareja queda suspendido en el aire con una movilidad de 360º (como si te encontraras en el espacio), realizando un movimiento parecido al de un muelle, que será el que haga las delicias de ambas partes de la pareja.
Sexo galáctico
No, no me refiero a mantener una relación sexual con un jugador del Real Madrid, sino a una iniciativa llevada a cabo en 2012 por Playboy y Virgin Galactic para construir clubes de striptease en el espacio. El fundador de Virgin Galactic, Richard Branson, auguró que los primeros viajes se realizarían en 2013, pero son muchos los que siguen esperando para ir a visitar este club tan marciano, cuyo precio es de 150.000 euros.
Esta cantidad es lo que vale subirse a la nave conocida como SpaceShitTwo. Mujeres impresionantes, salas de juego, restaurantes con suculentos manjares… Un lugar donde los siete pecados capitales están aún más a la vista del todopoderoso… dueño de Playboy. Sexo en paracaídas Hace tan solo tres años conocíamos la historia de una pareja que hacía el amor mientras se lanzaba de un paracaídas.
Ambos fueron interrogados por las autoridades estadounidenses por infringir las normas de seguridad aérea.
Si la pareja no se hubiera grabado haciéndolo no habría tenido mayor transcendencia mediática, pero al final el vídeo se convirtió en viral y fue visto por millones de curiosos.
Jet sexual
El gusto por el sexo en el aire sirvió para que una compañía holandesa de servicios sexuales de lujo tuviera la iniciativa de realizar vuelos de una hora en un jet privado. Mile High Club es la empresa que ofrece a sus clientes un “vuelo inolvidable” a través de un Boeing 737, ya conocido como el jet sexual.