¿Por qué inclinamos la cabeza al besar?

Es una característica que se remonta al último trimestre de gestación y a los primeros meses de vida, esta preferencia hacia la derecha a la hora de inclinar la cabeza es uno de los más tempranos ejemplos de comportamiento asimétrico que influye en el desarrollo de preferencias perceptuales.

Los fetos y los recién nacidos tienden a dormir con el cuello inclinado hacia la derecha. Y el 80% de las madres acunan a sus bebés en su brazo izquierdo, lo cual deja libre la mejilla derecha para besos y caricias. De ahí en adelante, lo habitual será que asociemos ese lado con el cariño.

El hecho de que los adultos se inclinen también hacia este lado a la hora de besas, es una muestra más de que esta inclinación motora también persiste en la edad adulta.

“Podría ser un hábito muy temprano que los humanos reciben antes del nacimiento, que influye en nuestro comportamiento el resto de la vida”, dijo Onur Gunturkun, de la Universidad Ruhr Bochum, Alemania.

La posición en la que se encuentra el feto antes de nacer es una de las razones principales de esta acción inconsciente.