Los beneficios de la danza del vientre

Contrario a lo que podría pensarse, quienes practican la llamada danza del vientre o belly dance se obsesionan menos con sus cuerpos. La mayoría de las mujeres que practican este tipo de baile lo hacen porque es divertido y por lo interesante de los movimientos, no necesariamente porque se sienten más sexies mientras lo realizan. Al menos esa es la conclusión de Marika Tiggeman, quien encabezó una investigación realizada en la Universidad Flinders de Australia y publicada en la revista Sex Roles. El análisis abordó la imagen corporal de la gente que practica la danza del vientre en su tiempo libre.

La imagen corporal es la manera en la que las personas perciben, sienten y piensan sobre su cuerpo, sobre todo factores relacionados con la forma y peso. Estudios previos en Estados Unidos y Reino Unido han demostrado que las bailarinas ameteurs tienen una imagen corporal más positiva comparada con la de las bailarinas exóticas.

El equipo de Tiggeman quería contribuir a la escasa literatura disponible sobre el belly dancing, por ello, los investigadores analizaron cómo las participantes de este baile potencialmente seductor y sexual se percibían a sí mismas y qué ganaban con esto.

Los autores reclutaron a 112 bailarinas de belly dance de dos escuelas de Adelaide, Australia, junto con 101 estudiantes mujeres que nunca antes habían participado en esa actividad. Las participantes completaron cuestionarios en los cuales clasificaron sus propios cuerpos, cómo creían que las demás veían el suyo y sobre la atención que obtenían por parte de los caballeros.

Los investigadores descubrieron que las bailarinas de belly dance veían sus cuerpos de mejor forma que las estudiantes y que eran menos propensas a estar insatisfechas con la manera en que lucían. También pensaban menos en su aspecto y, por lo tanto, tomaban menos personal lo que los demás opinaran de ellas.

La mayoría de los bailarines de belly dance disfrutan esta actividad porque es divertida y porque de esa forma consiguen realizar movimientos interesantes con su cuerpo. Tiggeman afirma que estos hallazgos destacan esta danza como una actividad que proporciona a las mujeres un sentido de pertenencia sobre sus cuerpos.

Permite a las chicas estar presentes mental y físicamente ‘en el momento’ y sentirse bien con ellas mismas”.

La mayoría de las mujeres calificaron la posible naturaleza sexual del baile como una razón menor para disfrutar de él. Esto apoya la idea de que las mujeres participan en esta danza de cierta connotación erótica y sexual para sentirse bien consigo mismas más que para lucir más atractivas para alguien más. De hecho, las bailarinas de vientre experimentadas no reportaron un goce especial ante esa percepción sexual o al ser vistas como seres sexuales, a diferencia de las estudiantes novatas en ese arte.

El belly dancing es una actividad asociada con una imagen corporal positiva porque las participantes tendieron a concentrarse menos en su apariencia externa y más en la experiencia o en las capacidades de su cuerpo. Les da a las mujeres una oportunidad única, segura y creativa para explorar y expresar su sensualidad”, finalizó Tiggeman.