¿El día se ve difícil? Duerme una siesta

Antes era una buena costumbre echarse una pestañita justo a la mitad del día, pero con la demanda de tiempo cada vez son menos los que hacen ese alto para dormir un ratito, sin embargo, al prescindir de la siesta podríamos estar privándonos de un beneficio tanto para nuestro cuerpo como nuestra mente.

Más caras felices

En un estudio, aún inédito, Matt Walker y sus colegas de la Universidad de California, en Berkeley, mostraron a algunas personas fotos de rostros que expresaban emociones como miedo, rabia, tristeza o felicidad, y les pidieron que calificaran el grado de emotividad que reflejaban esos rostros. Esto lo hicieron mediodía y luego nuevamente a las 6 p.m.

En la segunda sesión los participantes se mostraron más sensibles a los rostros con ira y miedo. Sin embargo, este cambio no ocurrió cuando a los voluntarios se les permitió una siesta de 90 minutos luego de la comida, durante la cual lograron alcanzar un  sueño MOR (que significa que es la fase del sueño con movimientos oculares rápidos y durante la cual se presenta la mayor frecuencia e intensidad los sueños y las escenas oníricas).. Y más aún, estas personas fueron más receptivas a las caras felices.

Walker llegó a la conclusión de que el sueño MOR refresca nuestras reacciones emotivas civilizadas.