5 Misterios de la raza humana que la ciencia aun NO puede explicar

Luego un par de cientos miles de años viviendo en este planeta, parece que entendemos completamente lo que significa ‘ser humano’. Sabemos por dónde entra la comida y por dónde sale y eso es todo lo que importa ¿O no? ¿Quieres saber más? Probablemente pensaste que ya podríamos saber todo lo que existe sobre el cuerpo humano, tomando en cuenta el tipo de ciencia que existe hoy en día. Obvio que hemos descubierto un montón de cosas, pero hay otras tantas que todavía no les encontramos respuesta. Existen teorías e hipótesis, pero si somos honestos, aun nos preguntamos la real razón de varias cosas…
1. ¿Por qué duele el dolor?
El dolor es algo incómodo, y al mismo tiempo, una experiencia humana universal. Es una de las primeras cosas que encontramos en la vida, cuando el doctor bruscamente nos saca de la comodidad del vientre de nuestra madre, nos da unas palmaditas y anuncia que hemos nacido. Al mismo tiempo, también puede ser una de las últimas experiencias de la vida.
Pero, ¿Qué es el dolor exactamente? ¿Cómo funciona? ¿Lo sienten todos de la misma forma? ¿Si te pegas con algo, quien lo siente más fuerte: Tú o el pesado de tu vecino? ¿Acaso no sería injusto que fuese igual para ambos porque él se lo merece más?
Si tienes problemas para encontrarle respuestas a estas preguntas, no te sientas mal, ni siquiera la ciencia ha podido responderlas aún. Pasando por quienes estudian el dolor, investigadores que diseñan las drogas para minimizarlo, e incluso los doctores que prescriben dichas drogas, nadie ha siquiera podido ponerse de acuerdo y decidir qué es el dolor.
Quizás la mejor forma de demostrar lo anterior es tomar el caso de la fibromialgia, una enfermedad que podría describirse como: ME DUELEN HASTA LAS PESTAÑAS. Sin embargo, no existen pruebas físicas para confirmar que sufres de esta condición, no existe forma alguna de confirmarlo a través de un scanner cerebral, test sanguíneo o vidente. Entonces ¿cómo se diagnostica la enfermedad? La verdad es que tienes que completar un cuestionario y responder diversas preguntas: ¿Sufre de dolor en diferentes partes del cuerpo que no parece tener una explicación lógica? ¿Sí? BOOM, fibromialgia, o posiblemente, también pueda ser una posesión demoniaca o quizás alienígena. La administración de comida y drogas de Estados Unidos ha aprobado ciertas drogas para tratar esta enfermedad ya que parecen reducir las incomodidades del paciente. Sin embargo, aun no se sabe cómo se produce o si realmente es una condición médica, aunque en esta era de la tecnología, debiese de haber algún tipo de escáner cerebral que los doctores pudiesen usar para saber si es que estás sintiendo dolor. De hecho, los doctores afirman que los escaners de quienes sufren fibromialgia son diferentes, pero no existe ningún tipo de consistencia entre ellos. La verdad es que ningún doctor está preparado como para saber qué tanto dolor sientes. Este campo recién está siendo explorado tomando en cuenta la actividad cerebral de una persona.
Según Tor Wager, profesor asociado en CU-Boulder de psicología y neurociencia: “Hoy en día no existe una manera clínicamente aceptable para medir el dolor (u otras emociones) que no sea preguntarle al paciente cómo se siente”.
2. ¿Por qué funciona la anestesia?
La anestesia realmente es un milagro de la ciencia moderna, pero cuando lo piensas es algo que causa un poco de miedo: con un par de químicos al azar, los anestesistas pueden dormir ciertas partes de tu cerebro y de hecho, si te dan demasiada, puede que nunca más despiertes. Por otro lado, si no te dan lo suficiente puede que termines reviviendo las experiencias de los soldados de la Guerra Civil que eran intervenidos sin anestesia. ¿Pero cómo actúan estos químicos? ¿Cómo interactúan con tu cuerpo de tal forma que puedan obtener este difícil balance? Bueno, esa es la parte que nos asusta: la ciencia aún no tiene respuesta.
Básicamente, la anestesia ha evolucionado durante los últimos 100 años a través de experimentos donde se ha anestesiado a diferentes personas para ver qué pasaba. Todo este ensayo y error ha entregado información crucial que indica cómo usarla para conseguir el efecto deseado, tomando desde esteroides hasta gas xenón. Sin embargo, aun no existe una respuesta al por qué estas sustancias te duermen un poco sin dejarte 100% inconsciente, afectando a distintas áreas del cerebro.
La razón principal por la cual es tan difícil entender de qué manera la anestesia altera nuestra conciencias es que la ciencia no sabe realmente que es la conciencia o como funciona. No hay una prueba definitiva para demostrar si alguien está consiente o no: lo más que pueden hacer los anestesistas es buscar la presencia de ciertas ondas cerebrales, respuestas físicas o la sensibilidad al dolor. Pero tal como ya lo hemos discutido, la ciencia tampoco tiene una forma de determinar si estás sintiendo dolor, así que la única forma es que tú mismo le digas que no estás lo suficientemente anestesiado.
3. ¿Por qué nos reímos?
Algunos tienen la teoría de que resulta del entendimiento de que algo que parecía ser una amenaza ya no lo es, mientras que otros creen que es una reacción al obtener resultados diferentes de los esperados.
Todos están de una u otra forma en lo correcto, porque la verdad es que nadie sabe realmente por qué nos reímos. Sin embargo, lo que sí sabemos es que la risa afecta casi todas las áreas de tu cerebro, incluso las áreas motoras. Sorprendentemente, la risa no está relacionada con la comedia. Diversos estudios han demostrado que menos del 20% de la risa es resultado de que algo sea gracioso, usualmente, nos reímos para darle énfasis a ciertos comentarios, llenar pausas en nuestras conversaciones o porque nuestro plan malévolo al fin está funcionando. Algo que sí sabemos, es dónde se origina la risa: es un sonido que evolucionó del jadeo que los primates hacen cuando se hacen cosquillas. Esto, por supuesto, nos lleva a la inevitable pregunta de: ¿pero por qué somos cosquillosos? Lo que nos lleva a la inevitable respuesta: ‘No tenemos la menor idea’.
4. ¿Por qué somos simpáticos con los demás?
Simplemente porque no somos malas personas.
Pero, ¿tiene sentido esto? Si nos remontamos a nuestros tiempos de cazadores y recolectores cuando lo único que importaba era sobrevivir, si hubieses encontrado un pastel en medio del bosque, haber compartido dicho pastel con otros humanos hubiese contradicho totalmente tus instintos de supervivencia. Así es, hubieses luchado contra cualquiera que hubiese intentado acercarse a ti y a tu pastel. Haber realizado actos de bondad en esos tiempos hubiese sido una desventaja y simplemente aquellos que intentaban sobrevivir hubiesen preservado sus genes y la especie, mientras que quienes se dedicaban a actos altruistas hubiesen desaparecido junto con otras características genéticas como las colas y las branquias.
Entonces, ¿Cómo fue que sobrevivió el altruismo? Probablemente ya lo adivinaste: No tenemos la menor idea. Los científicos han estado intentando encontrar una respuesta para esta pregunta durante casi un siglo. En los años 60, George Price incluso creó una compleja ecuación matemática para intentar comprender cómo podía ser que el altruismo sobreviviese, cuando parecía ser una gran desventaja para la sobrevivencia. Price se obsesionó tanto con su investigación, que comenzó a contactar a extraños e invitarlos a vivir en su departamento mientras él se encerraba en su oficina, trabajando en su teorema. Finalmente, cuando llegó al punto de sentir que ya no tenía nada más que darle a otros, Price se suicidó usando un par de tijeras.
5. ¿Por qué existen los zurdos?
Casi el 90% de la población mundial es diestra y el otro 10% de la población son zurdos. Este desbalance se encuentra sólo en los humanos, ya que en otras criaturas del reino animal se encuentran en una proporción casi de 50% y 50%. ¿Por qué somos tan diferentes entonces? Después de todo, no es como si los cerebros de aquellos que son zurdos estuviesen configurados de una manera extraña: de hecho, utilizan la parte izquierda del cerebro para la comunicación y el lenguaje de la misma forma que la gente diestra lo hace. Aun más, quienes son diestros, en general usan más el pie izquierdo, y viceversa, lo que sugiere que la preferencia no se extiende al resto del cuerpo. Los científicos han intentado responder este misterio desde que se encontraron con el primer zurdo, pero hasta ahora, todo es un misterio.
Lo que sí sabemos es que el ser zurdo es una característica genética, lo que significa que los genes responsables deben generar algún tipo de ventaja como para poder sobrevivir, aunque no tenemos tan claro cuál podría ser la ventaja. Como la población zurda es bastante baja, puede que creamos que estemos ante los últimos zurdos de la tierra, y que esta característica lentamente este desapareciendo de la carga genética, pero la realidad es otra. Estudios de sitios prehistóricos han demostrado que el porcentaje de zurdos en la historia de la humanidad se ha mantenido durante cientos de años.
Yendo más allá de los zurdos, el hecho que tengamos una mano dominante es un misterio en sí, y de hecho, gran parte de la asimetría de la anatomía humana es algo que aún no ha podido ser explicado: nuestros corazones están inclinados hacia un lado y nuestros pulmones son diferentes: el izquierdo siempre está más abajo que el derecho. Si bien este fenómeno ha sido observado en orangutanes también, el lugar donde más se puede notar esta ocurrencia es el cerebro humano. Nuestro cerebro es totalmente asimétrico, y algunos científicos creen que esta asimetría podría ser lo que nos hace humanos.
