¡Ko a la adversidad!

Quien observa su récord, que consta de 23 derrotas, jamás imaginaría que le apoden “El Lobo Negro”, tampoco le daría el crédito de llegar a campeón del mundo.
A sus 35 años el dominicano Ruddy Encarnación, afincado desde 1999 en España, no se avergüenza al recordar que tuvo que dormir en las calles y sus primeros trabajos fueron levantando pesadas cajas descargando camiones en varios supermercados de Madrid; también hizo de mensajero, limpiador de estaciones y finalmente ayudante en un gimnasio.
Tiene cuatro hijos en el país y su responsabilidad le llevó a retomar su carrera de boxeador (aficionado) en el 2001, ya de profesional, y como muchos otros de sus compatriotas el fracaso no se hizo esperar a pesar de nacionalizarse español como quien “mendiga un poco de protecciónÖ y porque seguía siendo dominicano y a mucho orgullo”.
“Debuté ante un oponente que me llevaba cerca de 20 libras, algunas peleas la gente protestaba porque me declaraban perdedor, y así era la historia, cuando salía de España era peorÖ Tuve que empezar a noquear para ganar, sin ser noqueador”, revela el púgil Encarnación, poseedor de un físico encachado en músculos.
