Por qué nunca deberías ir a un hospital en julio

No te enfermes en julio. ¿Por qué? Podrías morir.

 

Un estudio reciente publicado por la revista General Internal Medicine informó sobre un aumento del 10% en las muertes hospitalarias en la enseñanza durante el mes de julio debido a errores médicos. Le llamamos a este aumento "El efecto de julio" y lo atribuimos a la llegada de nuevos internos y residentes.

 

Por lo general, los estudiantes de medicina se gradúan en junio y comienzan su primer año de residencia en julio. Este grupo de ansiosos internos nuevos invaden el hospital para aprender, cuidar a los pacientes, y tomar decisiones médicas. Hay un problema. Ellos no saben lo que hacen.

 

Como la mayoría de internos, llegué con cuatro años de instrucción médica en mi haber, un título de doctor junto a mi nombre y casi nada de conocimiento práctico en medicina. Aunque usaba la gran bata blanca de doctor, siempre mantenía en mis bolsillos manuales médicos compactos a los que llamábamos nuestros "cerebros periféricos" para compensar la falta de conocimiento de mi cerebro real. Gracias a Dios por estos manuales. De lo contrario, habría sido parte de "El efecto de julio".

 

Mi primera noche de turno. Camino por un pasillo poco iluminado hacia la habitación de residentes; solo se escucha el sonido intermitente de un monitor cardíaco. De repente, se enciende una fuerte sirena. Una enfermera sale corriendo de la habitación justo frente a mí.

 

"¡Avisa que tenemos un código!", le grita a la secretaria. La enfermera me ve y pregunta: "Eres residente, ¿verdad? ¡Necesito que te encargues de este código!"

 

Veo hacia la izquierda, a la derecha y hacia atrás.

 

Glup. Me está hablando a mí.

 

"De acuerdo", digo, deseando que no haya notado que mi voz ha subido una octava.

 

La verdad es que acabo de terminar la orientación, la cual incluyó un curso de Soporte Vital Cardiaco Avanzado, pero no he dedicado un minuto a revisar el manual. Confesión: no me siento muy confiado.

 

Entro corriendo con la enfermera a la habitación del paciente. Veo en el monitor cardíaco que el paciente está en fibrilación ventricular, el ritmo cardíaco que precede inmediatamente a la muerte. Una enfermera aprieta una máscara de oxígeno, parada cerca de la cabeza del paciente. Una segunda enfermera coloca medicamentos en una sonda intravenosa.

Sección: Noticias
Publicada: Julio 4, 2014
Fuente: CNN
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