Por qué no es bueno comer de pie

Cuando comes parado, la comida baja más rápido y puede causarte una indigestión.
Tal pareciera que cada vez hay menos tiempo para disfrutar del refrigerio. No hay nada igual a “la hora de la comida”, incluso en países como Francia, donde las tres comidas tradicionales están siendo remplazadas por sandwiches y comida rápida. Si andas a las carreras y agarras algo rápido para comer, es recomendable que te sientes a comer, aunque sea en el autobús, en lo que llegas a tu siguiente cita.
De lo contrario, tendrás unaindigestión. Pero, ¿es verdad? Si buscas las causas de la indigestión o dispepsia disfuncional, como se le conoce en el ámbito médico, comer de pie aparece enlistada. Otras causas como las úlceras estomacales y la gastritis también son representativas en este malestar.
Pero la indigestión hoy en día va acompañada de cambios en el estilo de vida, que incluyen comer alimentos saludables, dejar de fumar o reducir la ingesta de café y alcohol; no necesariamente se refiere a sentarse a la hora de comer.
De hecho, los doctores recomiendan lo contrario; si el dolor estomacal es causado por reflujo de ácidos, la gravedad puede ayudar ya que estar de pie mientras y después de comer ayuda a mantener los ácidos en su lugar. Por la misma razón, a los pacientes con reflujo se les recomienda dormir con la cabeza en alto o con una almohada que los mantenga en posición semi-vertical.
Pero hay otro problema con respecto a comer de pie. Cuando estamos parados, hacemos las cosas más rápidamente, tal es el caso de las empresas modernas, en donde instalan mesas de sillas altas para llevar a cabo juntas de pie, una vez que se descubrió que las reuniones en donde los equipos están sentados duran 34% más.
Así es que, el riesgo de comer parado es un atentado al estómago, ya que la comida baja más rápido y, por lo tanto, puede causar una indigestión. Hay muy pocos estudios en los que se compara a quienes comen rápido y a quienes comen lento, principalmente porque no es sencillo identificar quiénes comen con determinada velocidad y qué tan seguido lo hacen. Un estudio de 1994 incluyó preguntas sobre la velocidad a la que comían varios voluntarios.
Encontraron que la velocidad a la que crees que comes no tiene ninguna relación con la frecuencia de la indigestión.
Otra investigación del 2010 concluyó lo mismo, pero estos dos estudios se basan en nuestra habilidad para juzgar nuestros hábitos alimenticios y reportarlos de la manera más honesta posible, lo que las hace poco objetivas.
Esta problemática fue también abordada en un estudio realizado en Corea del Sur, en el que se midió el tiempo que tardaban los cadetes de las Fuerzas Armadas de la Academia de Enfermería en terminar sus alimentos.
Ellos mantenían una vida bastante monótona, en la que se despiertan, comen y se ejercitan al mismo tiempo, por ello eran ideales para este estudio. La única diferencia en la rutina de su vida diaria era la velocidad a la que comían. Pero, una vez más, si se examina el estudio a detalle, la velocidad a la que comes no tiene un efecto importante en la digestión.
Y ¿qué hay de los campeones de competencias en las que tienen que comer rápido? Un ciudadano norteamericano conocido como Furious Pete, se dedica a comer rápido y tiene el record Guinnes de ser el primero en devorar una pizza de 12 pulgadas en 41.31 segundos. Otro ganador de records es el japonés Takeru Kobayashi, quien puede comer 58 salchichas grandes en 10 minutos.
Por supuesto, esto es tan rápido como para causar indigestión, pero no lo es. El profesor Marc Levine, radiólogo de la Universidad de Pensilvania, estudió por medio de rayos x el estómago de un campeón que devoró 36 hotdogs en 10 minutos.
El participante aún podía comer más, pero se decidió limitar su consumo por su propio bien. El no tuvo indigestión, sin embargo, otro participante que se voluntarió para hacer una prueba similar, se sintió mal después de ingerir 7 hotdogs. Las placas de rayos x mostraron que el campeón de comida había entrenado a su estómago para expandirse tanto que él ya no se sentía lleno aún después de ingerir grandes cantidades de comida.
Esto nos lleva a que el problema de comer rápido no es la indigestión, sino la disfunción del mecanismo ordinario que nos hace sentir llenos. Pero la evidencia aún es inconsistente.
Algunos estudios encontraron que comer rápido te hace sentir más hambriento, y provoca querer comer más. Otros estudios muestran lo contrario. Así es que la próxima vez que no tengas tiempo para sentarte y almorzar, no te sientas tan mal si crees que estás comiendo muy rápido. Al parecer no hay nada grave en ello.
